Pasó el capítulo uno de la gran Superfinal de la Copa Libertadores y el panorama está más abierto que nunca. Boca Juniors y River Plate empataron 2-2 en la Bombonera y el campeón se definirá el próximo sábado 24 de noviembre en la revancha, que se disputará desde las 17 en el estadio Monumental de Núñez.
Vale recordar que en la definición no tiene peso el gol de visitante. De empatar en resultados en el duelo de vuelta, habrá un alargue de dos tiempos de 15 minutos. Y si se mantiene la paridad, habrá penales. Pero eso será el 24. La Bombonera le abre la puerta al episodio 1.
En los primeros minutos se impuso el nerviosismo típico de estos encuentros. Sin embargo, River -que tenía a Matías Biscay en el banco por la prohibición a Marcelo Gallardo de ingresar al estadio- parecía algo más claro y lograba ser más preciso en sus transiciones entre defensa y ataque. Así creó dos chances: la primera, un tiro libre de Gonzalo «Pity» Martínez que Agustín Rossi mandó al córner y, la segunda, un cabezazo de Lucas Martínez Quarta a la salida de un córner que se fue apenas afuera.
En esa etapa, la más clara para «El Xeneize» fue un intento de Ramón «Wanchope» Ábila en el área en el que pasó a Jonatan Maidana y sacó un remate que pegó en Martínez Quarta. la visita respondió con un centro desde la izquierda y un cabezazo de Rafael Santos Borré que salvó Rossi. El arquero local comenzaba a convertirse de esa manera en una de las grandes figuras del encuentro.
Sobre los 25′ minutos se produjo una jugada clave del partido: Cristian Pavón debió salir por lesión (una molestia muscular en la pierna izquierda) y el entrenador Guillermo Barros Schelotto decidió el ingreso de Darío Benedetto, lo que implicó un cambio de esquema para jugar con dos nueves.
A pesar de que no encontraba los circuitos de juegos, Boca iba a lograr la ventaja a partir de la potencia de una de sus figuras: Ramón «Wanchope» Ábila. Sobre los 33′, el delantero ingresó al área por la izquierda y sacó un remate que detuvo el arquero Franco Armani. Pero, en el rebote, se impuso la reacción del jugador de Boca, que marcó el 1-0 con un certero disparo.
River no iba a tardar mucho en alcanzar el empate. A los 35′, Lucas Pratto definió cruzado y selló el 1-1 que volvió las cosas como al principio, pero que cambió la tónica del partido.
Todo se volvió más frenético, peleado y, sobre todo, intenso. «El Millonario» generó oportunidades para revertir el marcador, pero se topó con la gran tarde de Rossi. Primero, Montiel sacó un gran centro atrás desde la derecha y «Pity» Martínez definió desde una posición similar a la de su gol del último clásico en cancha de Boca para encontrarse con la gran reacción del arquero. Luego, fue Borré el que quedó mano a mano para que gane, una vez más, el guardametas local.
Parecía que la visita estaba para más, pero fue Boca el que logró el gol en un momento clave del encuentro. Sobre los 45′, en un tiro libre, Benedetto le ganó a la marca de Borré y cabeceó para el 2-1.
Ya en la segunda parte, Biscay decidió romper la defensa de cinco hombres y sacó a Martínez Quarta para poner a Ignacio Fernández en el medio.
El encuentro no iba a dar respiro. Sobre los 15′, River contó con un tiro libre que ejecutó «El Pity» Martínez. Izquierdoz fue a marcar a Pratto con tanta mala fortuna que terminó metiendo la pelota en contra de su propia valla y marcando el 2-2.
Los entrenadores apostaron a los cambios sobre el cierre del encuentro para intentar buscar variantes con el objetivo de llevarse el triunfo, pero el marcador ya no se movió.
Gran responsable de la igualdad final fue Franco Armani, que tapó un mano a mano decisivo ante Benedetto en el minuto 90 del encuentro.
La primera Superfinal terminó en empate y todo queda abierto de cara a la revancha, que será dentro de 13 días en Núñez. Serán 90 minutos para sellar la historia y definir a un campeón que, por vencer a su clásico rival, se llevará mucho más que un título.