La calificación crediticia de El Salvador fue rebajada a CCC+ por parte de S&P Global Ratings, señalando que país podría tener dificultades para asegurar el financiamiento necesario para refinanciar las deudas que vencen el próximo año.
El país fue degradado un nivel desde B-, una medida que lo pone a la par de Ucrania y Argentina. Con US$800 millones en bonos en dólares con vencimiento en enero 2023 y altos déficits fiscales, S&P ve al menos una posibilidad entre tres de otra rebaja en los próximos seis a 18 meses, a menos que el Gobierno corrija la brecha de financiamiento.
“Creemos que el Gobierno podría aprovechar fuentes alternativas de liquidez para cumplir con los pagos del servicio de la deuda durante los próximos 12 meses”, escribieron analistas encabezados por Patricio Vimberg en un informe. “Sin embargo, los retrasos en la obtención de más financiamiento, así como en la adopción de medidas fiscales correctivas para reducir los déficits, podrían dañar la confianza de los inversionistas y dificultar que el Gobierno continúe cubriendo su brecha de financiamiento”.
El Salvador está clasificado Caa3 por Moody’s Investors Service y CCC por Fitch Ratings.
Con información de Bloomberg