El Secretario General de la ONU, António Guterres, dijo hoy que las medidas que el gobierno salvadoreño adopte para afrontar la ola de violencia deben «estar en línea con los criterios y las leyes de derechos humanos».
En una declaración emitida en la tarde del martes, Guterres dijo haberse enterado «con preocupación» del repunte de la violencia en El Salvador durante el fin de semana, y quiso expresar su «solidaridad con los salvadoreños en esta difícil coyuntura».
Aunque el comunicado de la ONU no lo especificó, Guterres se refería al régimen de excepción decretado por el Congreso en la madrugada del domingo a petición del presidente Nayib Bukele, después de que el sábado 26 de marzo (cuando se registraron 62 homicidios) se convirtiera en el día más mortífero en la historia reciente del país.
Esa declaración supuso la suspensión de algunas garantías constitucionales, como la libertad de asociación y reunión, el derecho a la defensa o la prohibición de la intervención de las telecomunicaciones; además, se amplió el plazo de la detención administrativa a 15 días, cuando normalmente es de 3 días.
Pese a esta medida extraordinaria y a las detenciones masivas, las pandillas mantuvieron el domingo su desafió al Gobierno de Bukele, y ese día se registraron once homicidios.
Ayer lunes, las autoridades de seguridad salvadoreñas reportaron la captura de más de 1.400 supuestos pandilleros en un solo día.
Y el presidente Nayib Bukele acusó también ayer a la Organización de los Estados Americanos (OEA) y a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de haber patrocinado en el pasado una «tregua» que «fortaleció» a las pandillas.