Se espera menor crecimiento económico de El Salvador en 2023

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe, CEPAL, estiman indican que para 2023 El Salvador crecerá 1.7 por ciento, una cifra menor que el año previo.
Según el economista de izquierdas, César Villalona, se espera un año con peor desempeño económico que 2022, ya que si la economía crece menos, es difícil pensar que subirá gasto público, la inversión interna o el empleo.
Con respecto al pago reciente de la deuda de 800 millones de dólares que hizo el gobierno a los acreedores de los bonos europeos, el economista señaló que dicha deuda no tiene nada de extraordinario, ya que se pagó con la adquisición de la misma cantidad en deuda nueva. Es decir –aseguró- que el gobierno salvadoreño continúa debiendo la cantidad de 800 millones, solo que su pago se difiere a otro gobierno.
Por otra parte, Villalona prevé que la inversión pública no se realizará tal como está contemplada en el presupuesto general 2023. «Será otro año donde el Gobierno no hará las obras prometidas, o sea que todo quedará en mensajes y en promesas incumplidas», aseguró.
De manera contraria a la opinión de Villalona, el Banco Central de Reserva (BCR) prevé que la economía salvadoreña crecerá entre un 2 y un 3 por ciento este año por un supuesto dinamismo de la demanda interna.
La proyección de la entidad monetaria, difundida el pasado 23 de diciembre, considera un supuesto impacto de la desaceleración de la economía mundial, el cual sería compensado parcialmente por la inversión pública y por las mejores condiciones de seguridad que favorecen el consumo, la inversión privada y el turismo.
«A nivel local, el aumento de la inversión e impulso al turismo, así como el desarrollo de las capacidades de generación de electricidad continúan incidiendo positivamente y de manera conjunta en la economía», asegura el BCR.
De acuerdo con el Banco Mundial (BM), la pandemia del coronavirus tuvo un impacto negativo significativo en la vida de las personas y los ingresos de las familias, pero el Gobierno de Nayib Bukele adoptó rápidamente fuertes medidas de contención contra el brote e implementó una sólida respuesta fiscal para limitar el impacto de la pandemia en los hogares y las empresas.
«Persisten otros desafíos para El Salvador, como la necesidad de avanzar en reformas para la sostenibilidad fiscal», indicó el Banco Mundial en un comunicado reciente.
«Para evitar el sobreendeudamiento, El Salvador requiere una consolidación fiscal para mejorar la movilización de ingresos y aumentar la eficiencia del gasto, al mismo tiempo que se protege la recuperación económica y a las personas en pobreza», asegura el Banco.