Salvadoreños pagan precios exhorbitantes ante abandono de la agricultura este quinquenio

by Redacción

Cuatro tomates por un dólar. Dos cebollas por el dólar. Ese es el precio que pagan los salvadoreños ante el abandono de la presente administración de la agricultura.

Un reciente artículo de opinión de Álvaro Cruz, editor Jefe del diario El Mundo, aseguró que ahora los salvadoreños pagan el precio de haber abandonado la agricultura.

«¿A cómo las cebollas? ¿A cómo los tomates? ¿A cómo los guineos?». Disparé en ráfaga esas tres preguntas a la señora que vendía verduras en un camioncito en una calle capitalina en los últimos días de diciembre. Y su respuesta vino también en ráfaga, indicó.

“Es el precio que tenemos que pagar por haber abandonado la agricultura. Desde los aciagos años 80 cuando entre la guerra civil y la reforma agraria -más populismo y resentimiento social que interés por el agro- acabaron con el interés por la agricultura y la producción agropecuaria, El Salvador tiene que importar más del 80 por ciento de los alimentos que consume”, apuntó.

Nadie parece estar interesado en el agro, en sembrar, en cultivar. No por el riesgo ni por el costo de los insumos, sino porque simplemente el mercado se acomodó a las importaciones de frutas, verduras, granos básicos, carne y lácteos desde Guatemala, Honduras, Belice y Nicaragua. 

A eso sumemos, escribió Cruz, las remesas que acomodaron a muchos en el campo, un criterio que comparten muchos salvadoreños.

Por su parte, la Cámara Salvadoreña de Pequeños y Medianos Productores Agropecuarios (Campo), manifiesta que al cierre del 2023, los productores de maíz perdieron 59.96 millones de lo invertido, debido a los factores climáticos y hasta diciembre Campo estimó que la cosecha de uno de los principales granos que consume la población descendió 2.3 millones de quintales (230 mil toneladas), si se compara con lo alcanzado en el ciclo anterior a esa fecha.

En cuanto al frijol, la asociación detalla que los agricultores perdieron 22.69 millones de dólares inversión, y uno de los factores que más incidió fue la irregularidad de las lluvias, lo cual resultó en 302 mil 150 quintales menos (30 mil 215 toneladas).

El principal directivo de Campo, Luis Treminio, opinó que los productores tienen miedo a sembrar este año 2024, por lo que las proyecciones son inciertas.

A la fecha, no se cuenta con datos del total de producción alcanzada en el ciclo agrícola 2023-2024, ni de pérdidas oficiales, debido a que aún no termina la siembra en algunos humedales.

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