El ministro de Salud, Francisco Alabí, informó que en el país se reportan al menos tres casos de personas afectadas con «miasis por gusano barrenador», que afecta a la región centroamericana.
«Tenemos tres casos de miasis por gusano barrenador», apuntó Alabí durante una entrevista televisada y afirmó que, supuestamente, las autoridades comenzaron a prepararse para abordar los casos desde 2024.
De acuerdo con el portal del Boletín Epidemiológico del Ministerio de Salud salvadoreño, en Panamá existen 61 casos confirmados de humanos afectados, 59 en Honduras 40 en Costa Rica y 4 en Guatemala.
Según dijo a inicios de julio Marcela Marchelli, coordinadora del Organismo Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria (Oirsa), la región se ha «reinfectado» después de que la infección del gusano barrenador, que afecta principalmente al ganado, «fue erradicada en los años 90 en los países de Centroamérica».
Detalló que, al 21 de junio, en Centroamérica y México se registraban 96.625 casos de gusano barrenador del ganado, entre ellos 76.346 bovinos, 8.117 caninos afectados y 266 felinos.
Destacó que países como El Salvador y Belice los animales más afectados son los caninos.
Entre tanto, Estados Unidos, a través de su embajada en Managua, emitió la pasada semana una alerta sanitaria por la presencia del gusano barrenador en Nicaragua, donde se han detectado 124 casos en humanos.
En un mensaje publicado en sus redes sociales, la delegación diplomática estadounidense indicó que el Instituto de Protección y Sanidad Agropecuaria (IPSA) de Nicaragua ha identificado un total de 124 casos de infección humana por el gusano barrenador del ganado en el último año.
Asimismo, advirtió que «se trata de un parásito carnívoro causado por la mosca del gusano barrenador, de aspecto similar a la mosca común”, y que está afectando en toda Nicaragua.
El gusano barrenador es una enfermedad causada por las larvas de la mosca Cochliomyia hominivorax (Coquerel), que deposita sus huevos en cualquier herida abierta de un animal de sangre caliente y horas después la larva generada se alimentan del tejido vivo.
El Gobierno de Estados Unidos ha destinado 110 millones de dólares para contener la plaga del gusano barrenador en Centroamérica.