Una posible «reforma exprés» a la Constitución Política de la República es tema que mantieneen vilo a El Salvador a tan solo 48 horas que la actual legislatura perezca.
Según Eduardo Escobar, director ejecutivo de Acción Ciudadana, una reforma constitucional tendría que haberse propuesto y aprobado antes de las elecciones de la Asamblea Legislativa.
Sin embargo, con el lujo de trampa que caracteriza al legislativo, los diputados oficialistas y sus aliados podrían, antes que termine el periodo, aprobar una reforma para que la siguiente legislatura lo ratifique y entre en vigencia.
Si se hace de esta manera, advirtió Escobar, rompería la Constitución en cuanto al procedimiento de reforma y aseveró que «por la premura de la situación no habría margen para estudio de las reformas», lo que implicaría, subrayó, «una reforma atropellada simplemente por la conveniencia política del gobierno en turno».
Para el abogado constitucionalista José Marinero, la posibilidad de la reforma en tan poco tiempo ya no es posible y advierte que el aparato de propaganda del gobierno pretende, al utilizar opiniones de aliados políticos, engañar a la ciudadanía de que estas maniobras son debatibles, señalando de cómplices propagandistas a quienes sostienen que hay debate.
El abogado asegura que la intención del presidente Nayib Bukele es perpetuarse en el poder, primero usurpando la Sala de lo Constitucional y ahora con una pretendida reforma exprés de la Constitución o en su caso una descabellada constituyente.
Según fuentes legislativas, Nuevas Ideas podría aprovechar la última sesión plenaria de la Asamblea Legislativa para aprobar un acuerdo de reforma constitucional que sería ratificado de manera rotunda por la siguiente legislatura que inicia su gestión el 1 de mayo.
