Al menos 57 personas murieron en incendios forestales en el centro de Portugal, muchos de ellos atrapados en sus autos cuando las llamas invadieron una carretera, según indicaron las autoridades esta mañana.
Las muertes ocurrieron en la zona de Pedrogao Grande, unos 150 kilómetros al norte de Lisboa. Allí, unos 600 bomberos intentaban sofocar el fuego, que comenzó a arder el sábado.
Del total de fallecidos, al menos 18 perecieron en sus coches en una carretera que une los municipios de Figueiró dos Vinhos y Castanheira de Pera, en el distrito de Leiria, donde “familias enteras” quedaron atrapadas por el avance de las llamas.
Las autoridades informaron que los equipos consiguieron acceder a lo que describieron como un “escenario horrible”. Además que entre los heridos, que son por lo menos 59, hay cinco personas “en estado grave”, cuatro bomberos y un niño.
Aunque las investigaciones sobre el origen del incendio siguen en marcha, las autoridades creen que las altas temperaturas de los últimos días, que han alcanzado los 40 grados Celsius (104 grados Fahrenheit) en Portugal, han jugado un papel.
Las llamas se propagaron durante la tarde del sábado de forma “que no tiene explicación”, dijeron las autoridades después de que durante la tarde del sábado “vientos descontrolados” convirtiesen un fuego de bajas dimensiones en “un incendio imposible de controlar Al igual que otros países de la Europa meridional, Portugal es propensa a los incendios forestales en los secos meses estivales.