El director de la Policía Nacional Civil (PNC), Howard Cotto, confirmó el extravío de 22 pares de botas policiales al momento en que fueron sacadas del almacén para ser trasladadas supuestamente al cuartel central de la PNC.
Cotto declaró que cuando llegaron los policías al lugar de destino se dieron cuenta de que hacía alta una caja con 22 pares de botas que supuestamente estaban destinadas para agentes de la PNC.
“Estamos investigando si hay una actitud negligente, si fue una acción meramente intencional o si hubo alguna acción que sea constitutiva de investigación”, dijo al respecto el representante de la corporación policial.
Según reportes policiales últimamente los grupos de pandilleros de las estructuras de la 18 revolucionarios han sido vistos vistiendo uniformes policiales y del ejército.
La semana pasada se supo que la Policía Antipandillas había extraviado 273 uniformes policiales y 70 botas. De acuerdo a lo revelado, los agentes encargados del traslado no han podido explicar lo ocurrido con el material.
La Policía capturó el jueves pasado a un pandillero dentro de un motel de San Miguel incautándole armas de grueso calibre así como uniformes policiales y de la Fuerza Armada.
El sujeto fue identificado como José Alberto Soto Ulloa, alias “Popeye”, de 19 años de edad. miembro activo de la clica Colombia Little Psycho de la pandilla 18 revolucionarios, que opera en el municipio de Chinameca.
La pandilla Barrio 18 se encuentra organizada en células semiautónomas, llamadas “clicas”; entre ellos existe una jerarquía estilo militar vertical en la cadena de mando para los miles de miembros que se estima existen en el país, Estados Unidos y otros lugares de Centroamérica.
Algunos analistas vinculan a la pandilla 18 “revolucionarios” con disidentes del movimiento del Frente Farabundo Martí para la Liberación liderados por el ex comandante guerrillero Raul Mijango, actualmente en prisión.
Las clicas del Barrio 18 se dedican a controlar el territorio y defenderlo contra cualquier incursión por parte de pandillas rivales y en más de una ocasión sus proclamas han mostrado que su interés es más político que económico, aunque no descartan participación política. La M-18 se caracteriza por una estricta insistencia en la lealtad en sus filas, y con frecuencia matan como castigo a las transgresiones.
La hipótesis de filiación política de la M-18 (y también en buen a parte de la MS13) deviene de los años 80 en los que supuestamente los delincuentes perseguidos evadían la justicia incorporándose a las filas guerrilleras del FMLN donde inclusive algunos alcanzaron grado de comandantes.
Al final del conflicto y después de la firma de los Acuerdos de Paz, los ideólogos del FMLN se incorporaron al proceso político de El Salvador formando el partido que actualmente gobierna en el país; los “románticos” como se llamaba a los jóvenes “contestatarios” retornaron a sus hogares y volvieron a sus estudios, mientras que los delincuentes que se arropaban en las filas del FMLN guerrillero regresaron a su punto de partida, o sea volvieron al mundo de la delincuencia.
Las autoridades ven con preocupación su insistencia en acumular armas privativas de la Fuerza Armada, uniformes de la policía y el ejército y ahora botas como las sustraídas de un transporte policial.