El medio digital opositor El Faro informó el martes de un supuesto pacto entre la exguerrilla del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), sus archienemigos de la Alianza Republicana Nacionalista (ARENA) y los pequeños movimientos de derecha Vamos y Nuestro Tiempo, acompañados por organizaciones de la sociedad civil, tanto de izquierdas como derechas, para formar un frente común con el propósito de derrotar al presidente Nayib Bukele en las elecciones previstas para 2024.
El medio digital realiza impresionantes investigaciones periodísticas, que según expertos a veces mezcla con ficción casi novelesca, informa de negociaciones entre las agrupaciones para decidir una candidatura presidencial que tenga posibilidad de derrotar a Bukele.
Nayib Bukele reaccionó furibundo y atacó con enérgicamente la supuesta nueva alianza.
Según el reporte de El Faro, todavía hay reticencias dentro de las otrora dos grandes agrupaciones políticas salvadoreñas sobre la alianza, que ha sido promovida por organizaciones civiles, aunque hay consenso de que es inviable de que se lancen candidaturas bajo las banderas de Arena o el FMLN, dado el hartazgo de la población ante los partidos tradicionales, que controlaron el poder durante más de 30 años.
Una campaña de propaganda del Estado contra todo movimiento político que sea contrario a sus objetivos ha llevado a la mayoría de los salvadoreños a creer que las décadas de gobierno de la conservadora ARENA y del izquierdista FMLN tras el retorno de la democracia en 1992 no representaron un cambio real en el país. Como resultado, ambas organizaciones son vistas como los responsables de los problemas de violencia y pobreza que aquejan a los salvadoreños.
Bukele y todos sus cuadros de gobierno fueron parte en el pasado, o del FMLN o de ARENA.
“La alianza opositora es una iniciativa de miembros de organizaciones y de la sociedad civil que lanzaron la propuesta a los partidos y, de materializarse, se convertiría en la primera gran alianza opositora que presentaría una candidatura única en más de medio siglo”, asegura el medio digital.
Quienes promueven esta alianza “ven una posibilidad real de restar poder a Bukele y su partido Nuevas Ideas en las elecciones de 2024, para las que el actual presidente, que ya controla todo el aparato del Estado, ha anunciado que buscará la reelección a pesar de que la Constitución lo prohíbe en seis artículos”, escribe El Faro.
Nayib Bukele anunció en septiembre pasado que buscará la reelección en los comicios de 2024, después de que la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), que él conformó a su antojo, autorizara su reelección presidencial inmediata. “Luego de conversarlo con mi esposa Gabriela y con mi familia, anuncio al pueblo salvadoreño que he decidido correr como candidato a la presidencia de la República”, dijo Bukele entonces en un mensaje desde la Casa Presidencial.
Con el camino libre para su reelección, el mandatario daba hasta ahora como un hecho que no tendría una fuerte competencia política para mantenerse en el poder, dado que cuenta con altos índices de aprobación debido a su controvertida guerra contra las pandillas y a un impresionante sistema de propaganda y manejo de redes de comunicación electrónica.
Bukele, que mantiene un férreo control de los otros dos poderes del Estado, ha mantenido desde hace un año un estado de excepción en El Salvador, con militares y fuerzas policiales en las calles en una lucha contra las llamadas maras que ha permitido bajar los índices de inseguridad. Hasta ahora han sido detenidas cerca de 70.000 personas y organizaciones de derechos humanos han denunciado abusos y vejaciones por parte de las autoridades.
Tras conocer la publicación, el mandatario reaccionó furioso ante la nueva alianza. En un amplio comentario en Twitter, su red social favorita para dar a conocer sus decisiones, Bukele criticó la nueva iniciativa. “En 2019 dijimos que esto pasaría, que se uniría ARENA y el FMLN (ARENA 2.0 le llamamos en ese momento); nos dijeron que era mentira, que sus ideales anticomunistas, unos, y revolucionarios, otros, no lo permitirían; que jamás serían lo mismo”, escribió el mandatario. “Unos años después, consuman su unión. Una guerra civil que dejó 85,000 muertos, un millón de desplazados, 5 décadas de atraso, nuestra infraestructura destruida, el nacimiento de las pandillas y unos acuerdos de paz falsos, que nos sumergieron en 30 años más de pobreza y subdesarrollo. Dividieron a un país en dos y pusieron a que nos matáramos, entre hermanos; financiados (ambos) por poderes extranjeros. Todo eso, y muchas cosas más, para terminar en esto. Dios los perdone”, agregó.
Bukele hace constantemente referencia a una guerra civil, que a veces relaciona y a veces niega de haber existido y también a los acuerdos de paz, que él desdeña.
Según el reporte periodístico, los integrantes de la nueva alianza opositora han comenzado las negociaciones para encontrar una fórmula que reúna suficientes simpatías en el electorado para al menos restar suficientes votos al carismático mandatario. “La fórmula deberá ser propuesta por miembros de la sociedad civil que participan en las conversaciones, pero los máximos dirigentes de Arena, FMLN, Nuestro Tiempo y Vamos, de acuerdo a cuatro de las fuentes, se han comprometido a asumir como propia la candidatura presidencial que propongan”, asegura.