La ciencia se moviliza a paso firme, con cientos de proyectos, ensayos y estudios científicos en simultáneo para dar con el mejor tratamiento posible contra el COVID-19.
La comunidad internacional está a la espera del gran hallazgo que cambie el rumbo de esta enfermedad, que contabiliza 9.8 millones de casos confirmados, 495 mil muertos y 4.9 millones de recuperados, según datos de la Universidad Johns Hopkins.
El 11 de marzo de 2020 la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró el estatus de pandemia mundial por coronavirus. Consultado por Infobae, el médico cardiólogo y científico argentino Rafael Díaz, director de Estudios Clínicos Latinoamérica (ECLA) y socio fundador del Instituto Cardiovascular de Rosario analizó por qué éstos estudios merecen estar en el podio entre los que buscan la cura contra el SARS-CoV-2. “Hay que señalar que entre los papers científicos internacionales relevantes alrededor del SARS COV 2 -hasta hoy- sólo el estudio clínico RECOVERY, de la Universidad de Oxford, ha demostrado ser efectivo en bajas dosis con el fármaco dexametasona en pacientes hospitalizados positivos por COVID-19″.
La investigadora Marion Hong, de la compañía Arcturus Therapeutics, trabajando en busca de una vacuna contra el coronavirus en un laboratorio en San Diego, California (REUTERS/Bing Guan)
¿Y por qué resulta altamente prometedor RECOVERY? Porque la administración de dexametasona en dosis bajas logró un 17% de reducción de la mortalidad, un quinto de los pacientes estudiados y eso es mucho”, apuntó.
Luego le siguen SOLIDARITY impulsado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y en tercer lugar DISCOVERY.
En tiempos en donde el RECOVERY reinstaló el uso de los antiinflamatorios contra el COVID 19, Díaz rescató en esa misma línea científica la vigencia del ensayo clínico que él mismo dirigió con colchicina -otro antiinflamatorio- y que ya logró la aprobación de la ANMAT.
La administración de dexametasona en dosis bajas logró un 17% de reducción de la mortalidad (REUTERS/Cooper Neill)
La colchicina se prescribe desde hace años en pacientes con gota y tiene bajo costo. El estudio clínico que dirige Díaz y que comenzó a principio de la pandemia junto a un equipo transdisciplinar, se sigue llevando a cabo en distintos hospitales del país, con la supervisión de investigadores de la Universidad de Harvard, y de instituciones científicas de Canadá, Inglaterra e Italia. Vayamos entonces al análisis en detalle y caso por caso:
Los ensayos más avanzados son tres: el denominado RECOVERY, de la Universidad de Oxford, el SOLIDARITY, de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el europeo DISCOVERY, destinado a probar la efectividad de cuatro moléculas o combinaciones de moléculas contra COVID-19, entre ellas la discutida hidroxicloroquina.
Una placa de petri, que contiene plásmidos y replicones en el laboratorio del profesor Robin Shattock’s del Imperial College of London (Thomas Angus/via REUTERS)
Qué dice RECOVERY
El estudio de la Universidad de Oxford publicado a partir del mayor ensayo clínico del mundo RECOVERY afirma que la dexametasona reduce la mortalidad en un tercio de los pacientes conectados a respiradores. Se trata de un fármaco barato y de fácil acceso en todo el mundo, que puede ayudar a salvar vidas de pacientes que se encuentran graves a causa del coronavirus.
El equipo investigador cree que el tratamiento a base de dosis bajas de esteroides supone un gran avance en la lucha contra la COVID-19, al reducir el riesgo de muerte en un tercio de aquellos pacientes que se encuentran conectados a respiradores.
En cuanto a los que precisan de un abordaje de la enfermedad con oxígeno, el citado fármaco reduce las muertes en una quinta parte, de acuerdo con estos hallazgos.
El encabezado del ensayo clínico Recovery de la Universidad de Oxford
Los resultados, descritos como un “gran avance” por los científicos que lideran el ensayo clínico británico RECOVERY, sugieren que el fármaco podría convertirse de forma inmediata en un cuidado estándar para los pacientes tratados en hospitales por la enfermedad pandémica, dijeron los investigadores.
“Este resultado muestra que si los pacientes que tienen COVID-19, y están con respiradores y oxígeno, reciben dexametasona, se salvarán vidas a un costo marcadamente bajo”, dijo Martin Landray, un profesor de la Universidad de Oxford que coencabeza el ensayo.
Esta medicina es una de las que se están empleando en el considerado mayor ensayo clínico del mundo, donde se experimenta con tratamientos existentes para otros males con el objetivo de ver si también funcionan para combatir el coronavirus.
El proyecto de la Universidad de Oxford pretende probar la vacuna en un grupo de 2.000 personas en Brasil, que se convierte así en el primer país en iniciar las pruebas en humanos fuera del Reino Unido para comprobar la inmunización contra el SARS-CoV-2 (EFE/Joédson Alves)
En qué consiste SOLIDARITY
El 18 de marzo, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, anunció que para encontrar más rápido potenciales tratamientos y medicamentos para combatir el coronavirus, la Organización Mundial de la Salud (OMS) comenzaría un estudio global para investigar y analizar tratamientos todavía no probados.
Los primeros en ofrecerse para las pruebas fueron Argentina, Bahrein, Canadá, España, Francia, Irán, Noruega, Sudáfrica, Suiza y Tailandia, que han tomado medidas muy diferentes para enfrentar la pandemia y con muy diversos resultados. Muchos países se sumaron en los días siguientes. Ya suman 45 y la lista sigue abierta. “Cuantos más países se sumen, más rápido tendremos los resultados”, dijo Ghebreyesus.
“Este amplio estudio internacional está diseñado para generar información sólida que necesitamos para demostrar qué tratamientos son más efectivos”, anunció. “Hemos llamado a este estudio el ensayo Solidarity”.
«Solidaridad» es un ensayo clínico internacional puesto en marcha por la Organización Mundial de la Salud y sus asociados para encontrar un tratamiento eficaz contra la COVID‑19 (CHINA DAILY vía REUTERS)
Esta iniciativa mundial es única y sin precedentes en la historia de la medicina: el estudio de tratamientos en miles de pacientes graves, de forma simultánea, en centros hospitalarios de varios países y en circunstancias de gran presión sanitaria en plena pandemia. Todo este esfuerzo científico determinará si algunas de las drogas utilizadas serán efectivas para salvar a los pacientes más graves, reducir el tiempo de internación, liberar camas críticas, y disminuir a su vez el riesgo de contagio.
Este tipo de ensayo simultáneo y masivo “reducirá drásticamente el tiempo necesario para generar evidencia sólida sobre qué medicamentos funcionan”, dijo el director de la OMS este viernes, poco antes que un paciente noruego fuera el primero en comenzar con las pruebas.
De este modo, de entre todas las opciones posibles, los cuatros tratamientos seleccionados y que se utilizarán en diferentes combinaciones durantes las pruebas son: el remdesivir, la cloroquina e hidroxicloroquina, el ritonavir/lopinavir con y sin interferón-beta.
Mientras no haya pruebas suficientes, la OMS advierte que los médicos y las asociaciones médicas no deben administrar estos tratamientos no probados a pacientes con COVID‑19 ni recomendarlos a personas que se automedican con ellos (EFE/EPA/RONALD WITTEK)
El remdesivir, con una eficacia modesta
La revista New England Journal of Medicine publicó en mayo una investigación sobre la capacidad de este antiviral de acortar el tiempo de recuperación de los enfermos.
Pero su eficacia no es espectacular: reduce ese lapso de tiempo de 15 a 11 días entre los enfermos hospitalizados y no tiene ninguna incidencia en la mortalidad.
Estados Unidos y Japón validaron la autorización de urgencia para emplear el remdesivir en hospitales. Europa evalúa su autorización en el mercado.
Fabricado por el laboratorio Gilead, el remdesivir fue inicialmente desarrollado -en vano- contra el Ébola.
El remdesivir demostró una eficacia modesta (Foto: Twitter@ViveSanoRD)
Hidroxicloroquina, aún no logró probar su seguridad
Promovido por el presidente Donald Trump y el controvertido doctor francés Didier Raoult, este tratamiento no probó hasta ahora su eficacia, bien al contrario.
El ensayo clínico británico Recovery concluyó que la hidroxicloroquina no tiene un efecto beneficioso contra la COVID-19. Por ello, Estados Unidos retiró el último lunes la autorización de urgencia para su uso.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció el miércoles la suspensión de los ensayos clínicos con esta molécula empleada contra el paludismo.
Pero sus partidarios siguen defendiéndola, especialmente después de que la prestigiosa revista The Lancet debiera retirar un estudio que apuntaba a sus efectos nefastos por las sospechas de fraude.
La hidroxicloroquina, promovida por el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump y otros en los últimos meses como un posible tratamiento para las personas infectadas con la enfermedad por coronavirus COVID-19, se exhibe en la Farmacia Rock Canyon en Provo, Utah, EEUU (REUTERS/George Frey)
¿Una combinación?
En total, más de un millar de ensayos clínicos está en curso en el mundo sobre decenas de tratamientos, según la base de datos de The Lancet (https://COVID-trials.org/).
Destacan la asociación de dos medicamentos anti-VIH -el lopinavir y el ritonavir-, la transfusión de plasma sanguíneo de personas curadas a enfermos, el antipsicótico clorpromazina y el tocilizumab.
Sin embargo, la mayoría de especialistas cree que la clave será dar con una combinación de medicamentos con el fin de sumar sus efectos.
Imagen que muestra sangre falsa en tubos de ensayo etiquetados con el coronavirus (REUTERS/Dado Ruvic)
Qué propone DISCOVERY
Parte del ensayo internacional Discovery, que busca comprobar la efectividad de su uso para vencer al coronavirus, y desde la revelación preliminar de los ensayos de la hidroxicloroquina realizada en 24 pacientes, Didier Raoult con su tratamiento ha irrumpido en el mundo científico, generando adherentes y detractores. Sin embargo, en su instituto recibe de manera sistemáticamente a pacientes que viajan por centenares para recibir la combinación de drogas. Según los datos que promueve, ya se realizaron un total de 66.000 pruebas, de las cuales el investigador publicó un estudio en su sitio de la IHU.
El ensayo clínico europeo Discovery, que evalúa la eficacia de cuatro tratamientos contra la COVID-19, “contempla” retomar la inclusión de ensayos con hidroxicloroquina, anunció el jueves el Instituto Nacional de Investigación en Salud de Francia, Inserm.
Europa puso en marcha un ensayo clínico de cuatro tratamientos experimentales contra el coronavirus, entre 3.200 pacientes de varios países del continente (REUTERS/Amir Cohen/File Photo)
Este anuncio se produjo 10 días después de que Discovery suspendiera las pruebas con esa molécula tras un artículo crítico sobre este medicamento de la revista médica Lancet, ahora objeto de dudas por su metodología.
El grupo de expertos independientes encargado de analizar los datos provisionales del ensayo clínico se reunió el miércoles y “recomienda, sobre la base de una revisión de los datos actualizados del Discovery, la continuación del estudio según lo previsto inicialmente”, afirmaron desde el instituto de investigación.
La decisión del comité directivo será tomada “en colaboración con las autoridades competentes de los países en los que se realiza el ensayo”, añadió.
Para el prestigioso médico Fernando Polack, “todavía no sabemos si el plasma de convaleciente sirve para tratar el coronavirus” (EFE/EPA/Daniel Irungu/Archivo)
El ensayo europeo Discovery suspendió la inclusión de nuevos pacientes en el grupo que recibe hidroxicloroquina tras la publicación el 22 de mayo de un estudio en Lancet que consideraba ineficaz o incluso perjudicial el uso de la cloroquina, un medicamento antipalúdico, o sus derivados contra la COVID-19.
Se trató de una decisión conjunta con Solidarity, el ensayo conducido bajo la égida de la OMS, indicó entonces Iserm.
Pero decenas de científicos expresaron en una carta abierta su “preocupación” por la metodología empleada en el estudio publicado por la revista británica.
Una científica examina en un microscopio muestras del virus SARS-CoV-2, responsable de la enfermedad COVID-19 (REUTERS/Anton Vaganov)
A su vez, la OMS anunció que reanudará los ensayos clínicos con esta molécula.”Esta decisión se basa principalmente en las recomendaciones del DSMB (el comité de expertos independientes) del estudio de Solidarity que analizó los datos de mortalidad disponibles, pero también en la opinión del DSMB de otros ensayos clínicos aleatorios que examinaron la eficacia de la hidroxicloroquina”, subrayó Inserm.
Además de la hidroxicloroquina, el ensayo también está probando la eficacia del antiviral remdesivir, la asociación de dos medicamentos anti-VIH, el lopinavir y el ritonavir, y la misma combinación lopinavir/ritonavir, asociada al interferon-beta.
El ensayo europeo Discovery suspendió la inclusión de nuevos pacientes en el grupo que recibe hidroxicloroquina (REUTERS/Athit Perawongmetha)
La vigencia de la colchicina
A finales de marzo 2020 y en pleno estallido global de la pandemia desde la Argentina y liderado por el médico cardiólogo Rafael Díaz se impulsó un ensayo con la droga llamada colchicina que podría contribuir a prevenir la desmejoría de los pacientes que han tenido complicaciones por colapso infeccioso que provoca en el organismo el nuevo coronavirus.
El ensayo logró la autorización de la ANMAT como “protocolo de emergencia sanitaria” y se está estudiando los efectos del fármaco antiinflamatorio (colchicina) y si puede ser eficaz para reducir el desarrollo de problemas severos en los pacientes internados.
Cuatro meses después y con los resultados preliminares de RECOVERY, el trial de colchicina recobra relevancia y potencia porque inauguró una línea científica segura y accesible: fármacos -antiinflamatorios en este caso- conocidos, baratos, y con probada seguridad. “Se conocen bien los efecto adversos, cuesta centavos de dólar y en el contexto de una pandemia lo podrían usar en cualquier país, es una droga ideal, no es un anticuerpo monoclonal caro y para pocos”, remarcó Díaz.
El estudio científico argentino con colchicina se llama The ECLA PHRI COLCOVID Trial y se diseñó para estudiar el impacto de la conocida droga antiinflamatoria en casos severos en adultos mayores infectados con COVID-19 (Shutterstock)
Aún el estudio COLCHICINA The ECLA PHRI COLCOVID TRIAL necesita reunir en la Argentina y en el mundo una mayor cantidad de pacientes. Díaz apuntó: “sería tan importante apoyar este estudio como lo están apoyando al plasma de convaleciente, que si bien es cierto que está dando algunos resultados; aún y me referencio al propio doctor Polack que lidera desde la fundación Infant el estudio local de plasma mas importante del país: aún no está comprobado científicamente que sirva para tratar el coronavirus. Se realizan campañas de donación de plasma de convaleciente y su utilización en enfermos comenzó a discutirse públicamente. Habrá que esperar al pronunciamiento de la evidencia científica.
Díaz, que es el director del comité ejecutivo del ensayo clínico junto al doctor y co director del proyecto Andrés Orlandini, contó que intentarán enrolar varios cientos de pacientes graves de instituciones hospitalarias que quieran participar. El ensayo tiene como objetivo la reducción del impacto negativo de los cuadros severos. No tiene financiamiento de ninguna institución o empresa. “Sólo contará con la donación del fármaco colchicina por parte del laboratorio nacional Spedrog Caillon. La droga se viene indicando desde hace muchos años, no está bajo patente y es de bajo costo”, indicó Orlandini a Infobae.
El año pasado, se había publicado un estudio que evaluaba también al fármaco colchicina para prevenir más infartos y ataques cerebrovasculares en personas que los han padecido. Se demostró que la droga colchicina disminuye en un 23% la tasa de eventos vasculares. (Shutterstock)
“La complicación más importante de los casos graves con COVID-19 es la insuficiencia respiratoria por síndrome respiratorio agudo severo”, afirmó Pablo Corral, docente de farmacología de la Carrera de Medicina de la Universidad FASTA de Mar del Plata. Durante la infección por el coronavirus, el organismo humano “gatilla” una respuesta del sistema inmune. La hipótesis de los investigadores es que en algunos pacientes la respuesta inmune sería desmedida. “La evidencia acumulada sugiere que los pacientes con COVID-19 grave podrían padecer lo que se da en llamar “una tormenta de citoquinas” que llevaría a dañar a los pulmones. Por lo cual, la indicación del antiinflamatorio colchicina en dosis moderada podría modular la respuesta inmune del organismo ante la infección por coronavirus”, sugirió Corral. Los resultados de RECOVERY con dexametasona sustentan la teoría antinflamatoria y el rol de colchicina cobra aún mayor valor.
Según Fernando Polack, «no todas las unidades de plasma tiene altos niveles de anticuerpos -lo vemos en el estudio- por lo tanto hace falta encontrar a aquellos que tiene mayor cantidad de anticuerpos contra el coronavirus» (REUTERS/Essam Al-Sudani/File Photo)
Se prevé que la administración de colchicina deberá interrumpirse si el equipo médico sospecha alguna reacción inesperada grave relacionada con el medicamento que ponga en peligro la vida. El estudio sigue las Pautas Éticas Internacionales para la Investigación Relacionada con la Salud con Seres Humanos” elaboradas por el “Consejo de Organizaciones Internacionales de las Ciencias Médicas (CIOMS), en colaboración con OMS.
De acuerdo con el doctor Díaz, “al implementarse rápido el enrolamiento de pacientes, espera que este año podrían tener los primeros resultados para evaluar si la colchicina es eficaz para pacientes COVID-19 graves”. El doctor Díaz advirtió también, “se trata de un ensayo con colchicina en pacientes hospitalizados graves. Nadie debería automedicarse con este fármaco”.
Para aquellos hospitales públicos, privados, instituciones médicas y científicas que quieran conectarse con: The ECLA PHRI COLCOVID TRIAL.