Militares comprometidos por el narco respaldan a Xiomara Castro en Honduras

by Redacción

El Consejo Nacional de Defensa y Seguridad (CNDS) de Honduras manifestó su respaldo a la presidenta Xiomara Castro, al ministro de Defensa, José Manuel Zelaya y al jefe de las Fuerzas Armadas, Roosevelt Hernández.

Tras una reunión convocada por la mandataria hondureña, el CNDS detalló que dicho apoyo se expresa frente a supuestos ataques y amenazas de la embajada de los Estados Unidos en Tegucigalpa, que según la milicia hondureña pretende desestabilizar la institucionalidad democrática del Estado en contra del mandato del pueblo.

De igual modo, manifestó su apoyo a las facultades constitucionales de la presidenta Castro en su denuncia del tratado de extradición con el Gobierno estadounidense, lo cual podría utilizarse para desestabilizar el país.

El CNDS expresó su apoyo a las acciones en defensa de la institucionalidad de y de la soberanía nacional de Honduras ejerciendo su mandato de dirigir la política exterior del Estado, así como las relaciones internacionales.

El texto abogó por mantener la paz y seguridad interior de la República y repeler todo ataque o agresión exterior, al tiempo que condenó las acciones injerencistas y desestabilizadoras en contra del Gobierno legítimamente constituido que incentivan mediante conspiración para asestar un nuevo golpe de Estado y la interrupción del proceso electoral.

“Estas acciones violan el derecho a la autodeterminación de los pueblos y el principio del derecho internacional de la no intervención en los asuntos internos de otros Estados, que permite la convivencia pacífica entre las naciones de la comunidad internacional”, destacó.

Por último, el CNDS resaltó la firme decisión de continuar el combate contra el crimen organizado y el narcotráfico, sometiendo a los responsables de esos delitos a la justicia nacional en cumplimiento de la constitución política.

El tratado era considerado una herramienta clave para desmantelar el «narco-Estado» que, según la justicia estadounidense, fue creado en Honduras bajo el gobierno anterior de Juan Orlando Hernández (2014-2022).

Medio centenar de hondureños acusados de tráfico de drogas han sido entregados desde 2014 a Estados Unidos en virtud del tratado.

El propio exmandatario derechista Hernández fue extraditado en 2022 tras dejar el poder y fue condenado en junio en Nueva York a 45 años de prisión.

Aunque el tratado fue firmado en 1912, las primeras extradiciones se registraron en 2014 gracias a un nuevo acuerdo entre Estados Unidos con el entonces presidente Porfirio Lobo (2010-2014) y Hernández, quien era el líder del Congreso.

Tras ser aliado tradicional de Estados Unidos, bajo el actual gobierno Honduras se ha alineado con Venezuela y la decisión de cancelar el tratado provocó críticas a Castro, pero también el apoyo del expresidente Lobo, quien señaló que fue una decisión «valiente».

Un hijo de Lobo, Fabio, fue condenado en Estados Unidos en 2017 a 24 años de cárcel por narcotráfico, tras ser capturado en Haití por agentes de la DEA estadounidense.

En una carta enviada desde prisión, Hernández calificó el acuerdo de extradición como «un instrumento crucial de cooperación internacional en la lucha contra el crimen», aunque «conlleva riesgos de cometer errores», como sucedió en su caso, según él.

El narcotráfico en Honduras ha estado por décadas enredado con la política y las fuerzas armadas del país. La Guerra de los Contras en Nicaragua, respaldada por EE.UU, trajó un aumento significativo de ayuda y entrenamiento militar estadounidense a Honduras; esta financiación a menudo reforzó directamente el poder de las narcoélites corruptas.

Con el fin de la Guerra Fría y las guerras civiles centroamericanas, el papel de Centroamérica como centro de trafico y transbordo de cocaína continuó expandiéndose.

En Honduras es conocido por la población, «de vistas y oídas», que los militares tienen alianzas con los cárteles mexicanos de la droga y que tanto el expresidente Porfirio «Pepe» Lobo y el esposo de la acrual presidente de Honduras, Manuel «Mel» Zelaya son objetivo de la justicia por su rol en el narcotráfico, respaldados por la cúpula militar y el mismo CNDS.

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