La suba constante de los precios de los combustibles (Gasolinas y Diesel) es una mala noticia para todos, menos para el gobierno.
Por cada galón de gasolina o diésel que compran a diario los salvadoreños, el gobierno recibe dinero en concepto de los impuestos que carga a dichos productos.
Mientras más caro está el galón de combustible, más fondos entran a las arcas del Estado, sobre todo por el IVA que le aplican a los carburantes en las gasolineras, sumando los impuestos FEFE y Cotrans.
Solo con el impuesto FEFE (Fondo de Estabilización para el Fomento Económico), mejor conocido como “impuesto de guerra”, el cual se cobra desde 1981, el Ministerio de Hacienda ha recibido $28.9 millones.
En total, $0.16 se aplica actualmente a cada galón de gasolina regular y especial.
En los primeros 7 meses del año, en 2022, el gobierno obtuvo $13.8 millones como impuestos FEFE en los combustibles, en el mismo período de este año, van $28.9 millones.
A este impuesto se debe sumar el Cotrans, $0.10 cobrados en cada galón de combustible que adquieren los ciudadanos paqra «regalar» a los buseros.
Hacienda clasifica esos ingresos como una “contribución especial” que denomina: transporte público, sumando al 31 de julio de 2023 $32.7 millones.
A esto hay que sumar el FOVIAL y otras contribuciones indirectas.
Recientemente, el partido opositor ARENA intentó llevar a la plenaria de la siguiente semana un proyecto de ley para aliviar los impuestos sobre los combustibles a través de una suspensión temporal de los impuestos, lo que fue desechado por la fracción legislativa del oficialista Nuevas Ideas.