Independientemente de qué lugar del mundo elijamos para llamar nuestro hogar, los desafíos que presenta la vida en el contexto actual hacen que sea necesario contar con una estrategia clara para evitar caer presos de males comunes en los tiempos que corren, como la ansiedad y la depresión.
Así, resulta indispensable saber cómo encarar los contratiempos que puedan llegar a surgir en el día a día para evitar que, eventualmente, puedan llegar a generar efectos negativos sobre la salud.
Es por eso que la revista TIME compartió recientemente ocho consejos para sentirse más pleno, basados en hallazgos científicos que promueven un pensamiento positivo como vehículo para alcanzar la felicidad.
Existe una vida más allá de las redes sociales. Explórala.
Una infinidad de estudios comprueban que plataformas como Facebook e Instagram afectan la salud mental y física. Cuanto más tiempo pasas navegando por las distintas redes sociales, mayor será el riesgo de desarrollar síntomas ligados a la ansiedad.
El hecho de estar comparando constantemente la vida propia con la de personas online, ya sean amigos reales o completos desconocidos, está generando que los jóvenes de hoy se sientan más deprimidos que los de generaciones anteriores, al no poder aparentemente alcanzar el ideal de éxito y realización que influencers y otros proyectan en redes; aunque en la mayoría de los casos esto tenga poco sustento en la vida real.
Expertos aseguran que limitar la exposición a una sola plataforma puede colaborar significativamente a reducir los efectos negativos de las nuevas tecnologías. Un estudio publicado el año pasado asegura que aquellos que deciden abandonar Facebook, demostraron grandes avances en los niveles de satisfacción a nivel personal y emociones positivas transcurrida sólo una semana.
Utiliza el dinero para comprarte tiempo libre. Inviértelo en ti.
Independientemente de que sobre todo en Occidente se nos ha intentado convencer de que el éxito financiero nos hará sentir más plenos y conformes con nuestra vida, ha quedado comprobado que, a pesar de que nadie busca tener que atravesar aprietos a nivel de bolsillo, el vil metal no nos hará necesariamente más felices.
Lo que si puede hacer es comprarnos tiempo, algo que muchos aseguran es más valioso que el dinero o los bienes materiales mismos. Un estudio publicado por la Academia Nacional de Ciencias que involucró a más de 6 mil personas de distintos continentes, encontró que el simple hecho de ordenar comida a domicilio o mandar a lavar la ropa fuera de casa puede hacernos sentir más satisfechos con nuestra propia vida.
Independientemente del nivel socioeconómico de los participantes, todos demostraron sentirse más felices cuando contaban con más tiempo disponible para hacer lo que realmente disfrutan, al no tener que dedicarse a tareas como cocinar o podar el césped. La clave al parecer está en delegar lo que no disfrutamos hacer, siempre dentro de nuestras posibilidades.
Abraza todo el rango de emociones positivas. La felicidad no es todo.
Más allá de que el artículo se basa en alcanzar un estado de plenitud apalancado en el trabajo personal en pos de la felicidad, existen una infinidad de sensaciones que podemos explotar para alcanzar dicho objetivo.
Emociones positivas como el entusiasmo, orgullo, la alegría o el simple hecho de sentirse entretenido por algo puede ayudar a mantenernos saludables gracias a los efectos favorables de las «buenas vibras» sobre el organismo.
Estudios han demostrado que quienes se esfuerzan por priorizar una visión positiva de la vida evidencian menores niveles de marcadores de inflamación en sangre, lo que se traduce directamente en una disminución del riesgo de padecer diabetes o enfermedades coronarias. Los expertos recomiendan identificar y categorizar las emociones positivas para poder «recurrir» a ellas de manera más sencilla cuando las necesitemos.
No dejes que el rencor y el resentimiento ganen. Aprende a perdonar.
Es más fácil decirlo que llevarlo a la práctica, pero todos sabemos que perdonar siempre será mejor que acumular durante días, semanas o hasta años todo el estrés y la carga a nivel espiritual que puede llegar a generar acumular rencor contra algo o alguien.
Distintos estudios han demostrado que quienes mayores niveles de ansiedad y estrés experimentan durante el transcurso de sus vidas, mayor riesgo correrán de tener efectos negativos sobre su salud mental y física. Pero también descubrieron que quienes hacían uso del don del perdón, eliminaban por completo esa peligrosa conexión entre el resentimiento y su bienestar.
Terapeutas aseguran que cualquiera puede aprender a perdonar y que técnicas como la meditación o rezar pueden ser un buen comienzo en la dirección correcta hacia la felicidad.
Planifica unas vacaciones imperfectas y espontáneas. Desconéctate.
La presión por alcanzar el éxito y el miedo a ser vistos como holgazanes al tomar unos días de vacaciones – cuando tus colegas no lo hacen – puede tener graves efectos en la salud y por ende, hacernos sentir menos felices. Pero no hace falta ningún estudio para hacernos entender que saber tomar tiempo para nosotros y olvidarnos al menos por un rato de nuestras obligaciones, no es sólo un derecho sino algo indispensable.
Pero es fundamental saber cómo planificar una escapada para que el estrés de los vuelos o la incertidumbre que pueda generar visitar un destino inexplorado no terminen empeorando la situación y las vacaciones se conviertan en una nueva fuente de preocupación.
A pesar de que es imposible planificarlo todo y que es muy probable de que muchas cosas no salgan como deseamos cuando nos encontramos de viaje, lo importante es saber identificar cuándo queremos pasar tiempo solos – si viajamos en pareja o en familia – y a la vez intentar realizar actividades que produzcan satisfacción a nivel personal al no seguir estrictamente un itinerario que sólo satisfaga al resto del grupo.
Conéctate con la naturaleza. Así estés en el medio de la jungla urbana.
El contacto con el mundo fuera de la oficina o el living de tu casa puede hacer que te sientas instantáneamente mejor, sobre todo si lo combinas con un estilo de vida activo. A diferencia de lo que muchos piensan, no hace falta escaparse a un destino paradisíaco a miles de kilómetros de distancia para sentir un beneficio a nivel de salud mental.
Según los estudios consultados por TIME, cualquier contacto directo con un parque urbano, plaza o espacio verde puede tener un efecto positivo. Inclusive aquellos que cuenten con una mascota en su vida, sentirán que el simple hecho de pasear al aire libre junto a ellos por unos minutos los hará sentirse más felices.
Con el paso del tiempo, mantén a tus amigos tan cerca como tu familia.
La ciencia demuestra que conservar amistades profundas a lo largo de la vida ayuda a mantener una buena salud y mayor sensación de felicidad. A medida que las personas envejecen esto resulta todavía más importante, dado que a diferencia de los lazos de sangre, uno elige con quienes compartir una amistad.
Será central tener una red de apoyo que pueda acompañarnos tanto en los buenos momentos, como en los no tan buenos. La importancia de las amistades será directamente proporcional con el aumento de la edad de las personas, a pesar de que muchos asumen que el hecho de madurar y formar una familia propia obligan a ir cortando dichos lazos.
Hacer el bien nos hará bien. Sobre todo si es de forma inesperada.
Ayudar a un familiar o amigo hará que nos sintamos mejor. Hacerlo por un desconocido, aunque este nunca se entere de nuestra existencia, también. Los actos espontáneos de bondad beneficiarán en mayor medida a quien los lleva adelante que al beneficiario mismo.
A pesar de que muchos se empeñan en demostrar lo contrario, el ser humano está «cableado» para dar, ya que nos caracterizamos por ser una especie cooperativa y existen mecanismos internos que promueven dicho comportamiento, independientemente de la crianza o historias de vida personales.