La posibilidad de que un voto silencioso en las elecciones legislativas en El Salvador se proyecte contra los candidatos de Nuevas Ideas (NI) a la Asamblea legislativa y crea un ambiente de suspenso y esperanza en el país.
Tanto es así, que el candidato de la tolda cian (Nuevas Ideas), Nayib Bukele aparece en la televisión y pide el sufragio para sus aspirantes a diputados, algo que de no ocurrir, según sus palabras, pudiera descarrilar el esfuerzo en seguridad y la agenda de su gobierno.
La millonarias campaña y las presentaciones de Bukele «rogando» el voto son vistas por la oposición como un signo de preocupación del partido en el gobierno.
Hasta ahora, las más diversas encuestas proyectaron una victoria aplastante de Bukele y el partido NI en las urnas, tanto en el país como en las votaciones en el exterior, algo que, sin embargo, contradicen criterios opositores.
El director del Instituto de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Universidad Francisco Gavidia (ICTI-UFG), Oscar Picardo Joao, analizó esa posibilidad (un voto de castigo), y aunque no la descartó, la vio como “poco probable”.
Picardo Joao valora que votarán en contra de las actuales autoridades los familiares de los más de 75 mil presuntos pandilleros y colaboradores (unas 150 mil personas), y otros que consideran que la seguridad es una obligación del Estado, al igual que la economía, el talón de Aguiles del gobierno en estas elecciones.
En opinión de muchos salvadoreños que no pueden hablar por el régimen de excepción y por los empleos relacionados al gobierno que tienen. Cuando llegas a la comunidad, la gente es clara y dice “yo no le voy a dar el voto”.
Otras voces confían que pueda darse un voto de castigo contra la política gubernamental, la que algunos críticos caracterizan como algo de “mucho circo y muchas luces”.
Aparte, también está la gente familiar con los inocentes del régimen de excepción. Hay personas que nos dice: en mi familia hay 10 que no le van a dar el voto.
Lo que se percibe con la gente y el territorio, es que la gente no va a votar por ellos; de hecho, los gremios, Fiscalía, Procuraduría, están amenazados de que el próximo año los van a echar, todo el gremio jurídico tiene voto silencioso. El gremio de los vendedores y la gente de los mercados no les van a dar el voto, estiman opositores.
A los sectores inconformes, tal vez se sumen cientos de veteranos de la última guerra a los que se les suprimieron derechos, maestros que no recibieron los aumentos salariales, sectores ambientalistas críticos de algunas políticas, y amplios sectores que vieron como no comen tres veces al día por la crisis económica, el alza de la canasta básica y el hambre.
La mayoría de los candidatos opositores aun tienen esperanzas de que se produzca el “milagro” y se dé un voto que revierta las proyecciones de las encuestas y desmienta el enfoque oficialista de que van a buscar la mayoría absoluta en la Asamblea Legislativa, ya que pocos dudan de la victoria de Bukele.
Si toda la gente que está en contra sale a votar, se le puede dar vuelta a los esperados resultados.
La interrogante es si esos aprestos pueden llevar a los votantes a mostrar en las urnas lo contrario a lo que dicen las encuestas.
Qué tan cierto es lo que piensa la oposición será una interrogante hasta el 4 de febrero, no obstante existen elementos que muestran otra realidad.
Por ejemplo, durante los actos de cierre de campaña del Frente Farabundo Martí (FMLN) y Nuestro Tiempo, la concurrencia de los salvadoreños fue escasa, incluso algunos recordaron cierres de campaña del partido rojo (FMLN) que llenaron estadios aunque ahora solo colmaron una calle de 50 metros.
En la posibilidad de un voto oculto o de castigo también pudiera incidir la situación económica considerada la principal preocupación de los salvadoreños, aunque algunos opinan que la seguridad será determinante.
De primera mano, caminando los territorios, candidatos opositores aseguran que la gente se acercó pidiéndoles ayuda, pidiéndoles el cambio, pidiendo que fueran honestos, pidiendo que fueran comprometidos, la gente misma nos está buscando para decirnos cuáles son sus necesidades, dijeron.
Hay que ver hasta qué punto los planteamientos de la oposición son ciertos y que existe un voto oculto que puede variar el plan de Nuevas Ideas de mantener la presidencia y la mayoría absoluta en la Asamblea Legislativa.