Las lluvias registradas en El Salvador en las últimas 24 horas dejaron un muerto y un herido tras un derrumbe en Soyapango, San Salvador, según informó el sábado el director de Protección Civil, Luis Amaya.
Amaya explicó a periodistas que la muerte se registró el viernes en el cantón Asino, cuando un «talud cedió en el preciso momento en que dos personas estaban trabajando recolectando arena».
La otra persona fue rescatada con vida y la Cruz Roja la trasladó hasta un centro hospitalario para su atención.
Agregó, sin dar mayores detalles, que hay personas refugiadas «en un albergue activo», además han registrado árboles caídos y tres deslizamientos que «no han provocado daños críticos».
Las lluvias han generado también obstrucciones temporales en 11 carreteras, dos inundaciones urbanas y seis viviendas con daños leves, de acuerdo con Amaya.
El ministro de Gobernación, Juan Carlos Bidegain, dijo que mantendrán la alerta naranja (riesgo) activada el viernes para «garantizar la seguridad de todos» para lo que han habilitado 90 albergues con capacidad de 5.500 personas.
Por su parte, el ministro de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Fernando López, indicó que «poco a poco hemos ido teniendo más lluvia» con zonas de los departamentos de Chalatenago y Morazán con riesgo por su topografía.
Dijo que «estamos vigilando toda la serie de nubes que se tienen en nuestro país» y una baja presión en el Golfo de México que está influyendo en el clima en El Salvador.
Advirtió que los «días más complicados, los días más difíciles» se prevé que sean este domingo y lunes, a la espera de entre 300 y 600 milímetros de lluvia en puntos específicos.
Protección Civil ordenó el viernes a todas sus instancias a preparase para la atención de emergencias, acciones de búsqueda, rescate y evacuación, así como mantener una vigilancia diaria de las condiciones meteorológicas, hidrológicas y geológicas.
Esta alerta, que llevó a la suspensión de clases presenciales hasta el miércoles, se dio tras informes de Medio Ambiente que advierten sobre lluvias «intensas, persistentes e intermitentes», y que se podrían concentrar principalmente en la zona costera y la cordillera volcánica.