Imparable. El Valencia de Marcelino no frena. El Sevilla, un rival al que siempre cuesta someter, salió malparado de su visita a Mestalla. Se llevó cuatro pero bien pudo haber recibido un castigo mayor.
Los aficionados blanquinegros se frotan los ojos. Hasta los que recelaban de que los malos tiempos habían quedado atrás ya se ponen a imaginar hasta dónde puede llegar el único equipo que parece resistir el ritmo que impone el FC Barcelona.
En la quinta victoria consecutiva del conjunto valencianista, destaca la figura de Gonzalo Guedes. El delantero portugués consiguió que el estadio corera su nombre debido a su colosal actuación. Abrió el marcador con un golazo sólo al alcance de un Balón de Oro y lo cerró con otro en el que demostró una elegancia fuera de serie. En medio, una asistencia a Santi Mina y acciones que levantaron más de una ovación en mestalla. Guedes llegó el último día de mercado y en seis partidos firma ya dos goles y cinco asistencias.
El Valencia pasó por encima del Sevilla, que encadena su tercera derrota consecutiva fuera de casa, la cuarta si contamos la debacle en Moscú ante el Spartak (5-1) y confirma que atraviesa una crisis de juego y resultados que ha puesto contra las cuerdas a Berizzo.
Tardó sin embargo el Valencia en desatascar el partido. Y tuvo que ser con un gol de crack de Guedes al final del primer tiempo. El jugador cedido por el PSG arrancó desde el centro del campo, galopó hasta la frontal del área, dejó sentado a Kjaer, dribló a Pizarro y colocó el balón en la escuadra de la portería de Sergio Rico. Simplemente, sensacional.
Cualquier atisbo de reacción sevillista murió al inicio del segundo tiempo. Zaza anotó su octavo gol de la temporada con un zurdazo raso y ajustado inalcanzable para Rico y cerró el partido. A partir de ese momento, el Valencia se dedicó a gustarse y a gustar a la grada. Rodrigo pudo hacer el tercero, que sí hizo Santi Mina tras asistencia del Guedes, antes de que el portugués culminara su enorme partido con el tanto que completaba la goleada y otra victoria de un Valencia imparable que todavía no ha conocido la derrota.