La tormenta tropical que recorre el litoral caribeño de Centroamérica dejó en Costa Rica al menos seis muertos, incluida una niña de tres años, y por el momento 15 desaparecidos, mientras comunidades enteras quedaron aisladas y carreteras bloqueadas, informaron este jueves las autoridades.
Dos personas murieron en un alud y hay varios desaparecidos, comunidades enteras aisladas y carreteras bloqueadas, anunciaron las autoridades.
El gobierno ordenó la suspensión de clases en todas las escuelas del país y dio asueto a los servicios públicos no esenciales, mientras los cuerpos de socorro se desplazaban por todo el territorio para atender emergencias.
«La emergencia nacional rige para todo el país, esperamos que nos permita gestionar de manera más rápida la atención» del desastre natural, dijo a periodistas el presidente Luis Guillermo Solís.
«La lluvia ha tenido fuertes impactos en todo el país, especialmente en el Pacífico norte y central y el Valle Central. Tenemos confirmación de al menos dos fallecidos y varias personas desaparecidas que están siendo buscadas por los cuerpos de auxilio», agregó.
Dos de las víctimas fatales son dos trabajadores agrícolas nicaragüenses que vivían en una finca en la localidad oriental de Llano Grande de Cartago.
Las inclemencias son provocadas por una depresión tropical en el Caribe, que en la mañana de este jueves se ubicaba frente a Puerto Cabezas, en Nicaragua, explicó Juan Carlos Fallas, director del Instituto Meteorológico Nacional. Adelantó que el mal tiempo continuaría el viernes, mientras que en la provincia noroccidental de Guanacaste, una de las más afectadas por las inundaciones, seguiría hasta el sábado.
Más de 80 albergues fueron habilitados en el país y ya tienen a más de 5.000 personas que debieron abandonar sus casas por inundaciones o riesgo de deslave, indicó Iván Brenes, director de la Comisión Nacional de Emergencias.
Los cantones sureños de Pérez Zeledón y Buenos Aires quedaron aislados por la inundación de las rutas de acceso, indicó Brenes. «Las lluvias van a continuar, los suelos están saturados y persiste el peligro de terraplén o crecidas de ríos», adelantó Brenes, al llamar a la población a mantenerse atenta a los riesgos a su alrededor y acatar los llamados a evacuar.
El fenómeno se produce antes del partido entre Costa Rica y Honduras por la clasificatoria de Concacaf al Mundial de fútbol Rusia-2018. Inicialmente no ha habido una decisión de suspender el encuentro programado para la noche de viernes.
– Impacto en Centroamérica –
En Nicaragua se registró un muerto en el Caribe al volcarse una panga y uno más en el departamento de Nueva Segovia por un deslave, mientras otras siete personas estaban desaparecidas en la localidad sureña de Rivas, según la vicepresidenta Murillo.
El gobierno nicaragüense ordenó la suspensión de clases en todo el país, mientras el desborde del río Oro dejó seis barrios inundados en la ciudad sureña de Rivas. En Managua y en la vecina Ciudad Sandino, 40 viviendas quedaron anegadas.
En Honduras, la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco) declaró alerta amarilla en 10 departamentos y verde en los restantes ocho, mientras el país se prepara para el impacto de la tormenta Nate.
En tanto, en Guatemala 347 viviendas resultaron dañadas por las lluvias, mientras el gobierno declaró alerta amarilla por la posible intensificación del mal tiempo, según la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres.
El gobierno de Belice pidió a la población tomar previsiones en áreas propensas a inundaciones y deslaves.
El Salvador no reportó por el momento problemas por la tormenta.
Más de 80 albergues fueron habilitados en Costa Rica y ya hay más de 5.000 personas que debieron abandonar sus casas por inundaciones o riesgo de deslave, indicó Iván Brenes, director de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE).
Los cantones sureños de Pérez Zeledón, Buenos Aires y Coto Brus quedaron aislados por la inundación de las rutas de acceso, señaló Brenes.
La CNE dijo que ha recibido más de 8.700 reportes de incidentes por inundaciones, deslizamientos y fuertes oleajes en el Pacífico.
«Las lluvias van a continuar, los suelos están saturados y persiste el peligro de terraplén o crecidas de ríos», adelantó Brenes, al llamar a la población a mantenerse atenta a los riesgos a su alrededor y acatar los llamados a evacuar.