Klotho fue una diosa griega, la más joven de las tres hijas de Zeus, y la encargada de hilar en su rueca las hebras de la vida. Pero Klotho también es el nombre de una hormona del organismo humano que podría convertirse en el ingrediente clave de un potenciador de la memoria. La revista «Cell Reports» publica un estudio de la Universidad de California (Estados Unidos) donde se demuestra su efecto beneficioso. Eso sí, de momento, las virtudes de un fármaco con Klotho solo se han comprobado en ratones.
En el experimento, la hormona logró mejorar las capacidades cognitivas de los animales tratados. Y no solo en aquellos que habían perdido la memoria por su edad avanzada. El compuesto funcionó también en animales jovencitos o debilitados con lo que se abre el espectro de su potencial aplicación, desde personas mayores a aquellas aquejadas por problemas cognitivos. Los ratones a los que se inyectó el medicamento obtuvieron mejores resultados en las pruebas de memoria y habilidades motoras después del tratamiento. Y el efecto se vio con rapidez.
La relación entre Klotho y una mayor salud cerebral no es nueva. Se había identificado a personas con un alto valor cognitivo y, al mismo tiempo, con una mutación genética que favorecía la presencia en el organismo de mayores niveles de esta hormona. Otro estudio previo, esta vez con ratones transgénicos, es decir modificados genéticamente para producir cantidades elevadas de la hormona, disfrutaban de una mayor salud cerebral.
Pero, aún quedaba una pregunta: ¿tendría klotho realmente potencial terapéutico? Esta pregunta, que se hicieron los científicos de la Universidad de California, tiene ya respuesta. «Ahora sabemos que sí lo tiene», dicen David A. Coulter y Dena Dubal, autores de la investigación.
Mejoría a diferentes niveles
El estudio muestra con evidencia científica clara, sostienen los investigadores, cómo las inyecciones de klotho producen una mejoría cognitiva a diferentes niveles en los ratones, incluyendo el aprendizaje espacial y memoria. Sin embargo, no hay ninguna evidencia de que la hormona sea capaz de atravesar la barrera hematoencefálica y llegar al cerebro a través del torrente sanguíneo. «Esto nos hace plantearnos cómo están conectados el cerebro y el resto del cuerpo», dice Dena Dubal, profesor de Neurología.
Cree Dubal que los efectos sobre la salud cerebral son similares a los que se logran haciendo ejercicio. Se sabe que el rendimiento físico mejora la salud cerebral, aunque no se conoce muy bien cómo.
Beneficios en horas
Los beneficios de la terapia se observaron en apenas unas horas. En ratones de 18 meses, una edad que trasladada a humanos podría ser de unos 65 años, bastó una sola inyección para que que mejoraran su capacidad de orientación y aprender nuevas habilidades. También mejoró las funciones motoras de un ratón con síntomas de párkinson.
El tratamiento inyectado es similar a la hormona que de forma natural circula por la sangre. Los riñones y el cerebro la fabrican naturalmente y se piensa que no solo favorece la salud cerebral, sino que podría tener también un papel antienvejecimiento. Esa virtud ha sido investigada por científicos españoles con enfermos renales. Médicos del Hospital La Paz y la Fundación Jiménez Díaz de Madrid documentaron recientemente que los pacientes en diálisis sufren un envejecimiento acelerado cuando los riñones se inflaman y producen menos klotho.