El medio informativo del Vaticano, Vatican News, realizó la presente semana una entrevista periodística al Cardenal Primado de El Salvador, Gregorio Rosa Chávez, desde donde el Príncipe de la Iglesia realizó una serie de evaluaciones sobre la situación que vive la nación que le vió nacer y ejercer la mayor parte de su vida eclesial. A continuación un estricto de la entrevista:
«Estamos en un momento de terremoto político podemos decir, cuando vivimos el terremoto en 1986 estábamos en plena guerra, y el arzobispo Rivera Damas usó una imagen muy bonita», dijo: “hay dos terremotos, el de la naturaleza y el creado por los hombres”. Se refería a la guerra y en ese marco, él tuvo una imagen muy bonita, que cada domingo celebramos la misa dominical, desde un lugar que había sufrido el terremoto. Con dos vigas de madera de una casa que fue destruida que serían como cruz, símbolo de un país que tiene, una esperanza en Cristo. Hay que dar a la gente esperanza ante una tragedia tan grande como la guerra y el terremoto.
Algo parecido pasa hoy día, tenemos el terremoto de la pandemia. Qué tantos, dolores está causando en el mundo y también entre nosotros. Y cómo duele ver a la gente cada día verla angustiada, o entubada como decimos acá. Atado a una máquina con montón de cables. Y muchas veces también en un cementerio enterrada siguiendo un protocolo. Y no poder estar nadie cerca del difunto. Y el otro terremoto es uno político, el país está con una gran convulsión política en este momento, una crisis política muy grave porque no tenemos en este momento un Estado de Derecho que funcione, no tenemos independencia de poderes, no tengo una figura política en quien confiar, no tenemos una ley que tengamos que respetar, hay un temor muy grande que no haya ley ni orden, por tanto no hay justicia verdadera.
El purpurado afirmó que tampoco hay una tolerancia con quien piensa diferente, entonces hay mucho temor, mucha ansiedad, mucha incertidumbre, mucha preocupación. Esto en cuanto al pueblo. En cambio, hay otro sector que dice estar contento porque les parece que por fin se puso orden y se desveló el verdadero camino de este gobierno que está gobernando actualmente.
El cardenal señaló que hay una preocupación por el futuro, hacia dónde va El Salvador, se pregunta la gente “pensante”, hay una fecha clave, el día 15 de septiembre de este año, cuando celebramos el Bicentenario de nuestra Independencia, allí escucharemos del presidente, cuál es su proyecto de país, adónde cree que debemos caminar, y así entonces caminaremos en base a las coordenadas que por ahora no tenemos. En este momento no funcionan las instituciones democráticas, no hay una separación de poderes y la cultura democrática. Esto debe cambiar, y rezaremos en esta fiesta en favor del mundo y del país para que encontremos los caminos que nos lleven a una auténtica reconciliación.
“Hay un texto de un historiador que recuerda cómo eran los tiempos después de la independencia dice: ‘Cuando el papa decidió erigir una diócesis en San Salvador en 1842, de acuerdo a los cánones del derecho canónico, las personas que gobernaban en El Salvador estaban profundamente marcadas por una ideología liberal radical, de corte anticlerical y pusieron toda clase de trabas, para obstaculizar el libre desempeño de la acción pastoral de la Iglesia del Salvador’. En tiempos recientes, las tensiones con el Estado fueron tan graves que llevaron a la muerte martirial de Monseñor Romero. Veamos qué pasa en estos tiempos aunque hayan dificultades, aunque haya persecución, aunque haya opresión, la tarea de la Iglesia es estar con la gente. Caminando con el pueblo para hacer juntos un camino que lleve a la plena transfiguración de Jesucristo. Que esto ayude en nuestras vidas y en nuestra patria».
Los comentarios no fueron bien recibidos por el oficialismo y sus seguidores en las redes sociales, quienes se dedicaron a atacar al prelado sin misericordia alguna, llegando a acusarla hasta de «traidor».