El miembro de la cúpula de la Mara Salvatrucha (MS-13), Elmer Canales Rivera, arrestado hace una semana en México y extraditado a Estados Unidos, donde enfrenta cargos por terrorismo, fue liberado de una cárcel en El Salvador mientras cumplía una sentencia en la cárcel de máxima seguridad de Zacatecoluca, pero fue liberado de forma irregular en noviembre del 2021 por funcionarios del Gobierno salvadoreño (GOES), pese a que Washington ya había solicitado la extradición y existía una ficha roja de la Interpol en su contra.
Canales Rivera, también conocido como «El Ladrón», es señalado como uno de los hombres clave en las negociaciones de las pandillas con el Gobierno de Nayib Bukele y presuntamente fue liberado y luego trasladado a Guatemala por Carlos Marroquín, director de Reconstrucción del Tejido Social y según acusaciones, uno de los negociadores con las pandillas en representación del Ejecutivo.
Elmer Canales Rivera será juzgado en la corte federal para el distrito Este de Nueva York, luego de que un juez ordenara hoy su traslado desde Texas a esta ciudad, informó el Departamento de Justicia.
Rivera Canales, apodado como el «Crook de Hollywood», de 44 años, será juzgado junto a otros 13 líderes de alto rango de la MS-13 tras ser acusados en diciembre de 2020 de delitos de terrorismo relacionados con su dirección de las actividades criminales de la organización en Estados Unidos, El Salvador, México y otros lugares durante las últimas dos décadas.
En concreto, Canales Rivera, a quien las autoridades señalan como miembro fundador del grupo de la MS-13 «Doce apóstoles del diablo», fue acusado de conspiración para proporcionar y ocultar apoyo material a terroristas, conspiración para cometer actos de terrorismo que trascienden las fronteras nacionales, conspiración para financiar el terrorismo y conspiración para narcoterrorismo, de acuerdo con un comunicado deJusticia.
«Rivera Canales es responsable de los esfuerzos de la pandilla durante décadas para aterrorizar a las comunidades, atacar a las fuerzas del orden y sembrar violencia en Estados Unidos y en el extranjero”, indicó en el comunicado el secretario de Justicia, Merrick B. Garland.
“El arresto de este líder de alto rango y veterano de la MS-13 debería servir como advertencia a los demás líderes de la MS-13 de que el Departamento de Justicia los hará responsables de sus crímenes”, afirmó.
Por su parte, el fiscal para el distrito Este de Nueva York, Breon Peace, destacó como un «paso gigante» la comparecencia del acusado ante un juez para hacerle responsable por su importante papel como presunto miembro del órgano de liderazgo de “Doce Apóstoles del Diablo” que luego rebautizaron como Ranfla Nacional, la «junta directiva» de la MS-13.
Agregó que junto a los coacusados en este caso, dirigieron «actos de violencia, intimidación y apoyo material a terroristas en El Salvador y en todo Estados Unidos, incluido el distrito Este de Nueva York, donde comparecerá próximamente para responder a estos cargos”.
De acuerdo con la acusación el grupo de liderazgo consiste de Ranfla Nacional, Ranfla en las calles, y Ranfla en los penales, donde ocuparon importantes cargos en las operaciones de la organización en y fuera de EE.UU. En total, 27 de los líderes de más alto rango han sido acusados como parte de este caso en el distrito Este.
De acuerdo con la acusación, en 2002 Canales Rivera, sus coacusados y otros líderes de la MS-13, comenzaron a crear una organización con estructura jerárquica de mando y control como medio para efectuar sus decisiones y hacer cumplir sus órdenes, incluso mientras estuvieran en prisión.
Además, dirigieron actos de violencia y asesinatos en El Salvador, Estados Unidos y otros lugares, establecieron campos de entrenamiento de estilo militar para sus miembros y obtuvieron armas militares. para sus operaciones.
Washington asegura que “la Ranfla Nacional ha continuado negociando con partidos políticos en El Salvador y usando su control sobre los niveles de violencia para influir en las acciones del Gobierno salvadoreño”. Bukele ha negado en varias ocasiones que existan pactos con las mafias y se ha reafirmado en las medidas de mano dura contra los grupos criminales, que gozan de amplia popularidad.
La Justicia norteamericana asegura que ya con la Administración de Bukele, de 2019 a 2021. La MS-13 pidió precisamente que sus líderes no fueran extraditados. La Casa Blanca señaló directamente a El Crook y a otros dos miembros de la Ranfla Nacional que “se reunieron en secreto numerosas ocasiones con representantes del Gobierno salvadoreño en las prisiones de Zacatecoluca e Izalco” tras las elecciones presidenciales de febrero de 2019.
“Estas reuniones fueron organizadas por el Gobierno salvadoreño y funcionarios penitenciarios”, se agrega sobre el acuerdo tras bambalinas. Para no ser identificados, los servidores públicos usaron máscaras, al igual que los pandilleros, que también utilizaron camisetas de manga larga para no desvelar sus característicos tatuajes, según la versión de Estados Unidos.
Con información de Agencia Digital de Noticias -ADN-