La viuda del genial músico del siglo XX fue sorprendida durante una emotiva ceremonia en Nueva York.
Imagine es considerada una de las piezas musicales más importantes del siglo XX. Un himno a la paz, la igualdad y la justicia. Así la pensaron John Lennon y Yoko Ono. Pero nunca, hasta hoy, la esposa del ex líder de The Beatles había recibido el crédito que merecía.
Siempre se sospechó que había sido Ono quien inspiró al genial músico, aunque jamás se la había considerado coautora. Lennon se basó en el libro de poesías que la escritora había publicado en 1964, Grapefruit (Pomelo). Incluso, en una entrevista en 1980, fue el propio artista quien reconoció el mérito de su amada en la obra maestra. «Debería ser acreditada como Lennon-Ono porque mucho de ella, la letra y el concepto, provino de Yoko», había dicho en esa oportunidad.
Hoy, a los 84 años y 46 después del lanzamiento de esa canción, Yoko Ono recibirá lo que merece y la injusticia que se cometió con ella será enmendada. Ayer miércoles, David Israelite, director ejecutivo de la Asociación de Editores de Música Nacional anunció en un acto que el proceso para el reconocimiento está en marcha. Ono será agregada como coautora de Imagine.
Fue durante una ceremonia emotiva. En ese acto, la pieza maestra de la música del siglo pasado recibió el premio a Centennial Song en Nueva York. El galardón fue recibido por Ono y el hijo que ambos tuvieron, Sean Lennon. Ambos se emocionaron. Y la viuda del ex Beatle no contuvo las lágrimas. «Es el mejor momento de mi vida», dijo Yoko, según reportó Variety.
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«La paciencia es una virtud», escribió horas después en su cuenta de Instagram Sean, haciendo referencia al tiempo que debió esperar su madre para que fuera reconocida oficialmente. La historia ya lo había hecho, pero ahora faltaba que quedara sellado.
Desde principios de los 70, la vida de Ono quedaría marcada por la acusación de haber sido responsable de la separación de la banda más importante del siglo. Los fanáticos nunca se lo perdonaron y la vieron como una enemiga. Luego debió enfrentar el asesinato de Lennon, ocurrido el 8 de diciembre de 1980 en Nueva York.
En 2011, finalmente Paul McCartney contó que en verdad ella no tuvo nada que ver con la división: «Ciertamente ella no rompió la banda, la banda se estaba rompiendo». También le reconoció la influencia positiva en el antiguo líder y su referencia a Imagine: «No creo que lo hubiera podido hacer sin Yoko». Ahora, quedará reparada esa injusticia.