Joe Biden promete convertirse en «el presidente de todos los estadounidenses»
En una ceremonia sin precedentes tras el insólito asalto al Capitolio y en medio de la pandemia de Covid-19, este 20 de enero Joe Biden pronunció su primer discurso como presidente de Estados Unidos. El nuevo mandatario hizo un llamado a la unidad con el que pidió dejar atrás las divisiones políticas y sumar esfuerzos para superar uno de los mayores retos de la historia de su país: la crisis sanitaria y las consecuencias que ha dejado.

Joe Biden inició su mandato haciendo un llamado a la unidad y prometiendo no dejar a nadie por fuera de sus políticas. «Seré el presidente de todos los estadounidenses, lucharé tan fuerte por los que me apoyaron como por quienes no lo hicieron», dijo el 46° presidente de Estados Unidos en su discurso de posesión, pronunciado frente al Capitolio.
Rodeado de un fuerte dispositivo de seguridad y en una ceremonia marcada tanto por la pandemia de coronavirus como por la fuerte crisis política y social que atraviesa el país, Biden reafirmó que su llegada a la Casa Blanca es producto de la democracia y que es momento de dejar atrás las divisiones políticas que han marcado los últimos años en el país norteamericano.
«Hoy celebramos el triunfo no de un candidato sino de una causa, una causa de la democracia. El pueblo, la voluntad del pueblo ha sido escuchada y la voluntad del pueblo ha sido atendida (…) la democracia ha prevalecido», dijo Biden sin mencionar a su antecesor, Donald Trump, quien no asistió a la ceremonia, quien asegura sin pruebas que un supuesto fraude electoral bloqueó sus planes de reelección. Sus denuncias, sin embargo, han caído una a una ante los tribunales por la falta de evidencia.
Antes de iniciar su discurso, Biden, de 78 años, juramentó el cargo ante el presidente del Tribunal Supremo, John Roberts, y sobre dos biblias, como es tradición. Lo hizo en una ceremonia reducida que distó de las tradicionales tomas de posesión, con grandes cantidades de invitados, tanto por las preocupaciones de seguridad, como por las restricciones impuestas a raíz de la pandemia. Más de 200.000 banderas fueron puestas en la explanada del National Mall en reemplazo del público, que generalmente asiste para observar el cambio de mando.
«Nos unimos ahora para llevar a cabo la transferencia pacífica del poder»
El nuevo mandatario recordó el asalto al Capitolio del 6 de enero, ocurrido tan solo 14 días antes de su posesión. «En este terreno sagrado donde hace apenas unos días la violencia buscaba sacudir los cimientos del Capitolio, nos unimos como una nación bajo Dios, indivisible, para llevar a cabo la transferencia pacífica del poder como lo hemos hecho durante siglos».
Ante la presencia de decenas de legisladores republicanos y del propio vicepresidente saliente, Mike Pence, quien decidió asistir a la investidura en representación de la Administración saliente, uno de los últimos pasos en su cargo y con el que mostró distancia del ahora expresidente Donald Trump, el nuevo líder de la Casa Blanca dijo que es hora de acabar con lo que calificó «una guerra incívica».
Biden afirmó que «la política no tiene por qué ser un fuego furioso que destruye todo a su paso. Cada desacuerdo no tiene por qué ser motivo de guerra total y debemos rechazar la cultura en la que los hechos mismos son manipulados e incluso fabricados».
Biden sobre la pandemia: «este es nuestro momento histórico de crisis y desafío»
El líder demócrata, que desde su campaña presidencial reprochó la gestión de Donald Trump frente a la pandemia que hoy tiene a Estados Unidos como la nación más golpeada a nivel global, repitió una de sus promesas de campaña: sacar al país de la crisis sanitaria y económica causada por el brote de coronavirus.
«Pocas personas en la historia de nuestra nación han tenido más desafíos o han encontrado un momento más retador o difícil que el momento en el que nos encontramos ahora. Un virus que ocurre una vez en un siglo y que acecha silenciosamente al país se ha cobrado tantas vidas en un año como en toda la Segunda Guerra Mundial», aseguró.
Biden señaló que su Gobierno actuará con urgencia y rapidez para salvar vidas y para rescatar a millones de estadounidenses que quedaron sin empleo y a miles de empresas que cerraron.
Biden: «Un grito de justicia racial nos conmueve»
Estados Unidos ha vivido durante los últimos meses una de las mayores olas de protestas de su historia, tras constantes denuncias de abusos policiales con tintes raciales, que aumentaron tras la muerte del ciudadano George Floyd. Vive también un creciente aumento de movimientos de ultraderecha. En medio de la creciente tensión, el mandatario prometió ayudar a sanar la vieja herida del racismo en el país.

«Un grito de justicia racial nos conmueve. El sueño de justicia para todos ya no será aplazado. Un grito de supervivencia viene del propio planeta, un grito que ya no puede ser más desesperado ni más claro. El auge del extremismo político, la supremacía blanca, el terrorismo interno que debemos enfrentar y que derrotaremos».
El nuevo jefe de Estado ha comenzado a dar muestras de apoyo en esa dirección, al conformar el que asegura será el gabinete más diverso que hasta ahora haya existido en su país. Designó para los más altos cargos de su Gobierno a varios afroamericanos e hispanos, entre otras minorías, pero resalta que también se trata de profesionales de probada experiencia en cada una de las carteras o secretarías para las que han sido nominados.
La llegada Kamala Harris, quien este miércoles hizo historia al convertirse en la primera mujer vicepresidenta del país, así como la primera persona afroamericana y de origen asiático en esa posición, da señas de que el Gobierno de Joe Biden podría ser un Gobierno más inclusivo que los anteriores.