El Ministerio de Salud de Japón aprobó formalmente el martes la vacuna de Novavax contra el COVID-19, que constituye la cuarta inoculación desarrollada en el extranjero para combatir las infecciones, en un momento en que el país ve indicios de un repunte impulsado por una subvariante de ómicron.
La aprobación del ministerio se produce un día después de que su panel de expertos respaldó el uso de la vacuna proteica de Novavax, la cual está diseñada con una tecnología similar a la utilizada para combatir enfermedades como la influenza y la hepatitis B, para las dos primeras dosis y un refuerzo.
Según el ministro de Salud, Shigeyuki Goto, la vacuna de Novavax le añade variedad a las opciones disponibles y podría atraer a aquellos que dudan en utilizar las inmunizaciones de Pfizer y Moderna, las cuales están diseñadas con tecnologías más nuevas.
Se espera que la aplicación de la vacuna Novavax comience a finales de mayo.
El lunes, el Ministerio de Salud reportó 24.164 nuevos casos. Japón retiró en marzo todas las restricciones relacionadas con el COVID-19 debido a que las infecciones disminuyeron de manera significativa, pero los expertos observaron signos de un repunte en varias provincias durante una temporada de viajes y fiestas para las personas que celebran la graduación y el inicio del año académico y comercial.
El gobierno intenta expandir la actividad comercial y reactivar a la economía afectada por la pandemia.
Aunque Japón está flexibilizando poco a poco los controles fronterizos después de recibir duras críticas por las restricciones impuestas durante mucho tiempo a los estudiantes, académicos y empresarios extranjeros no residentes, el primer ministro, Fumio Kishida, declaró que Japón no se plantea reanudar el acceso al turismo a corto plazo.
La campaña de aplicación de refuerzos ha sido lenta en Japón y menos del 50% de la población ha recibido refuerzos de las vacunas de Pfizer y Moderna. Una tercera vacuna, la de AstraZeneca, apenas se utiliza debido a la preocupación de la población ante los informes de raros casos de trombos, por lo que la mayoría de estos lotes son donados a países asiáticos con escasas vacunas de forma bilateral o a través de un programa respaldado por las Naciones Unidas.
Cerca del 80% de la población japonesa de edad avanzada ha recibido tres inyecciones de la vacuna.
Según Goto, Japón ha acordado comprar 150 millones de dosis de las vacunas Novavax desarrolladas por la empresa de Maryland, lo que ayudará a estabilizar el suministro de vacunas en un país que depende totalmente de las importaciones extranjeras, toda vez que el desarrollo de sus propias vacunas se ha rezagado. El distribuidor de Novavax en Japón, Takeda Pharmaceutical Co., fabricará a nivel local 250 millones de dosis anuales.