Agentes policiales de América y Europa, convocados por Interpol, analizan desde este martes la lucha contra las pandillas que siembran el terror y extorsionan a comerciantes y pobladores en El Salvador.
«Un problema como las maras o pandillas, que ha causado tanto daño a nuestros países, merece ser estudiado, discutido y enfrentado desde diversos espacios del quehacer público nacional e internacional», señaló el presidente Salvador Sánchez Cerén, al inaugurar el foro policial en un hotel del litoral Pacífico del país.
Encontrar una solución a la violencia criminal en la que están inmersas las pandillas «es complejo» y «no hay una receta» para ello, pues son diversas causas que la originan, estimó el representante de la Interpol para Suramérica, el chileno Jaime Ansieta.
El 37% de los homicidios que ocurren en el mundo suceden en Latinoamérica, y solo en Suramérica suceden más de 100.000 por año, lo cual «es una cifra demasiado grande», indicó Ansieta en un discurso en la inauguración de la reunión. Aclaró que no posee datos de homicidios en Centroamérica.
El mandatario salvadoreño explicó que su gobierno ha potenciado la prevención para evitar que los niños y jóvenes pasen a engrosar las filas de las pandillas, con planes como una liga de fútbol desarrollada por la policía en localidades con presencia de pandillas o talleres de aprendizaje de oficios y deporte.
En Centroamérica, principalmente en los países del Triángulo Norte (Guatemala, Honduras y El Salvador), los miembros de pandillas se cuentan por miles.
En El Salvador las pandillas son responsabilizadas por la mayoría de los homicidios en el país y cuentan con unos 70.000 miembros, de los cuales 17.000 están encarcelados.