Carles Puigdemont volvió el jueves a España tras casi siete años fugado de la Justicia. Pese a tener activa una orden de detención en su contra decretada por el juez del ‘procés’, Pablo Llarena, no fue detenido.
El líder secesionista prófugo está acusado de un delito de malversación de fondos públicos por financiar ilegalmente el referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017. Los delitos de rebelión y sedición, sin embargo, sí fueron amnistiados en aplicación de la polémica Ley de Amnistía impulsada por el Gobierno de Pedro Sánchez después de que los grupos independentistas se lo exigieran para investirle presidente.
La Policía debía haber detenido, por tanto, a líder de Junts, para ponerle a disposición judicial, algo que ocurrió. Mientras transcurría el debate de investidura del socialista Salvador Illa en el Parlament, Puigdemont esquivó a los agentes tras darse un baño de masas y pronunciar un discurso en el Arco del Triunfo de la capital catalana.
Su aparición pública, retransmitida incluso por varios canales de televisión, hace sospechar a fuentes policiales que no había voluntad de detener al político independentista.
No obstante, un arresto en ese punto habría sido inviable a nivel policial debido al gran número de personas que rodeaban al investigado. Es lo que explica Inma Viudes,portavoz del sindicato mayoritario de los Mossos d’Esquadra (SAP-FEPOL) a periodistas.
Detener a Puigdemont hubiera provocado un problema de orden público
Inma Viudes, portavoz del sindicato de Mossos d’Esquadra SAP-FEPOL
«Con más de 2.000 personas alrededor, entrar allí y detener a Puigdemont hubiera provocado un problema de orden público y eso lo tenemos que evitar a toda costa. Había que buscar el momento oportuno para detenerlo», dijo. Y ese momento nunca llegó.
Tras pronunciar dicho discurso, huye y es ahí cuando se le pierde la pista, el Sindicato Unificado de Policía ha pedido una investigación para que se depuren responsabilidades por lo que considera «un grave error».
¿Cómo ha podido evitar Puigdemont su detención?
El portavoz de dicho organismo, el agente Jacobo Rodríguez no se explica cómo se ha podido producir la huida y reitera su indignación por la no detención.
«Los policías estamos obligados, antes de seguir órdenes políticas a seguir órdenes judiciales. Estamos al servicio de jueces y fiscales. Así lo dice la Ley de Enjuiciamiento Criminal. La detención tendría que haber sido la prioridad de la Policía catalana«, lamenta.
El Gobierno español delegó el operativo de detención en el cuerpo policial autonómico,pese a las sinergias que este puede tener con el independentismo. Los Mossos d’Esquadra dependen de la consejería de Interior, todavía en manos de Esquerra, que sigue gobernando en funciones.
Pedirán explicaciones
Inma Viudes, miembro de este cuerpo policial, asegura que pedirán explicaciones al consejero y que a ellos mismos les preocupa la imagen que se está dando y el «error» que supone la no detención de Carles Puigdemont.
Solo la voluntad política de la consejería de Interior explicaría la dejadez del cuerpo policial autonómico a la hora de proceder al arresto del político de Junts que, a su vez, habría estado escoltado por agentes de los Mossos fuera de servicio, según el sindicato policial JUPOL. «Si eso es así, sería gravísimo y estarían incurriendo en varios delitos», dice Rodríguez.
La portavoz del sindicato de Mossos confirma que varios de sus compañeros habrían cooperado con el expresidente de la Generalitat para facilitar su huída. Desde su organización esperan la detención de más agentes por estos hechos, además del que ya ha sido arrestado por prestar su vehículo a Puigdemont.
Todos estos hechos han facilitado la huida del líder independentista. Por eso, desde el Sindicato Unificado de Policía han pedido una investigación. «Aquí no se han hecho las cosas bien. Tiene que haber al menos una responsabilidad política detrás, un cese, algo», dice su portavoz.
El entorno de Puigdemont niega un pacto con los Mossos
No obstante, el entorno de Puigdemont niega la poisbilidad de que alguien haya dado la orden de que no se le detenga, por las graves implicaciones legales que esto tendría. Según ‘ElNacional.cat’, el abogado del propio fugado, Jordi Cabré, duda de que no haya habido intentos por detener a su cliente.
El letrado sentencia que se han producido intentos para arrestar a Puigdemont: «Ha habido registros en las carreteras, gases pimienta tirados contra la población o drones».
Cabe recordar que Puigdemont ha regresado a España para asistir al pleno de investidura de Salvador Illa en el Parlament en calidad de diputado autonómico, algo en lo que insiste su abogado.
«La misión no era ni hacerse detener, ni boicotear ninguna sesión de investidura; era, simplemente, ejercer su derecho como ciudadano y como diputado electo el máximo que pueda y todavía tiene el derecho a votar esta investidura», dice Cabré.
Pero la realidad es que ha conseguido escapar de la Justicia una vez más esquivando el dispositivo de detención, ago que Inma Viudes lamenta, reconociendo que se les ha escapado justo después de pronunciar el discurso.
«Pedimos a los dirigentes tanto políticos como del Cuerpo que den las explicaciones que correspondan», pero parece ser una historia, de momento, inexplicable. La principal hipótesis es que planeaban detenerle en su trayecto del Arco de Triunfo al Parlament.
Reconstrucción de los hechos
A las 8:58 de este jueves el líder independentista bajaba de un vehículo rodeado de simpatizantes y corría hacia el escenario instalado por Junts, su formación, en el Arco del Triunfo de Barcelona.
Allí, donde había varios agentes de los Mossos identificados y también otros vestidos de paisano, según confirman a ‘Euronews’ fuentes de toda solvencia, estaba localizado. No se le detiene por una cuestión de orden público.
Los agentes daban por hecho que tras su discurso, se dirigiría al Parlament para asistir a la sesión de investidura de Salvador Illa, que comenzó a las 10:00. Él no lo hace. Al no seguir esa ruta, le pierden la pista: ni rastro de Puigdemont.
Comienza la ‘Operación Jaula’. Barcelona se blinda para que no pueda salir de la ciudad con controles en los principales accesos. Esto genera «molestias a la ciudadanía, dificultades y largos atascos en las carreteras del territorio catalán por el dispositivo para intentar localizarlo», dice Viudes. Todo para nada.
Una operación que desde el Sindicato Unificado de Policía, Jacobo Rodríguez ha tachado de «inútil e ineficaz en tanto en cuanto se desconoce su paradero«. Todo hace indicar que huyó en el maletero de un vehículo, como ya haría en 2017 tras declarar brevemente la República Catalana y ser encausado por la Justicia.
Las imágenes del vehículo que ha sido interceptado por los Mossos, en el que habría salido del Arco del Triunfo, muestran la rueda de repuesto del mismo en el asiento delantero. Esta rueda debía estar en el maletero, a no ser que necesitaran espacio para acomodar a algo o alguien. Es solo una hipótesis por el momento, pero se está investigando.
El maletero es una parte de los vehículos que siempre se mira
Jacobo Rodríguez, miembro del Cuerpo Nacional de Policía y portavoz del Sindicato Unificado de Policía.
«Es factible que vaya en el maletero, puede ser», nos dice Rodríguez. «No obstante, normalmente en una ‘Operación Jaula’ el maletero es una parte de los vehículos que siempre se mira».
El prófugo de la Justicia ha vuelto a hacerlo. Por el momento, Carles Puigdemont sigue en paradero desconocido. Es la segunda vez que burla la Justicia española y esquiva su detención dando una patada a la democracia española, el Estado de derecho y la igualdad entre los ciudadanos, pues cualquiera en su situación, dicen los agentes consultados por ‘Euronews’, estaría ya a disposición judicial.