Impeachment: los demócratas presentaron los cargos contra Trump en el Congreso

by Redacción

En una histórica decisión, la cúpula del Partido Demócrata en el Congreso pidió la destitución del presidente Donald Trump al anunciar que presentará una acusación formal para iniciar un juicio político por abuso de poder y obstrucción del Congreso por el escándalo Ucraniagate.

Los demócratas presentaron en una conferencia de prensa en la Cámara de Representantes dos «artículos de impeachment», los cargos formales contra Trump, a quien acusaron de traicionar a Estados Unidos y ser una amenaza para la democracia, la Constitución, y la seguridad nacional por «solicitar corruptamente» la interferencia de un gobierno extranjero, Ucrania, para favorecer su reelección en los comicios presidenciales de 2020.

«Debemos ser claros. Nadie, ni siquiera el presidente, está por encima de la ley», dijo el congresista Jerrold Nadler, presidente del Comité Judicial de la Cámara de Representantes, que tuvo la tarea de redactar la histórica resolución de nueve páginas con la acusación formal.

El avance de los demócratas marcó un giro histórico y dramático en la presidencia de Trump, que llegó a lo más alto de la política envuelto en un aura rupturista, con la promesa de cambiar Washington y el ejercicio del poder, y terminó por empujar los límites del Salón Oval de la Casa Blanca hasta quedar al borde del juicio político.

Trump es el cuarto presidente en la historia que queda sujeto a una acusación formal del Congreso. Bill Clinton y Andrew Johnson fueron acusados y absueltos por el Senado, y Richard Nixon renunció antes de que la Cámara baja aprobara el juicio político.

«¡Cacería de brujas!», tuiteó Trump minutos después de la conferencia de los demócratas.

Junto a Nadler aparecieron la líder demócrata de la Cámara baja, Nancy Pelosi, y el presidente del Comité de Inteligencia, Adam Schiff, que lideró la investigación del Congreso del escándalo Ucraniagate. Rodeados de banderas estadounidenses, todos pusieron cara de piedra al dar la noticia. Pelosi dijo que era un «día solemne».

«Nuestro presidente tiene la máxima confianza pública. Cuando traiciona esa confianza y se antepone al país, pone en peligro la Constitución, pone en peligro nuestra democracia y pone en peligro nuestra seguridad nacional», agregó Nadler, que presentó la acusación.

Los demócratas alegan que Trump violó el juramento que hizo cuando asumió la presidencia al poner sus propios intereses por encima del interés nacional al presionar al presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, a que anunciara dos investigaciones destinadas a favorecer su reelección (una para perjudicar a Joe Biden, potencial candidato demócrata, y otra para desacreditar el Rusiagate, un escándalo al que Trump siempre vio como un ataque a su legitimidad). Además, los demócratas también acusaron a Trump de intentar obstruir con la investigación del Congreso al ordenarles a sus funcionarios que se nieguen a testificar o a compartir información, y prohibir a las agencias federales que entreguen documentos con los congresistas.

«El esfuerzo persistente y continuo de Trump para obligar a un país extranjero a ayudarlo a hacer trampa para ganar una elección es un peligro claro y presente para nuestras elecciones libres y justas y para nuestra seguridad nacional», había dicho en la víspera, en una audiencia, Daniel S. Goldman, el abogado del Comité de Inteligencia que dirigió la investigación del Ucraniagate.

Con la redacción de la acusación formal, los demócratas avanzan sin pausa hacia el juicio político contra Trump. Una vez que el Comité Judicial apruebe los artículos de impeachment, el pleno de la Cámara baja votará luego para decidir si aprueba el juicio político. Pelosi dijo que podría ocurrir la semana próxima. De aprobarse, el juicio se realizará en el Senado, donde se espera que Trump sea absuelto, ya que el oficialismo controla la Cámara alta.

Aun en medio de una pelea política que ha profundizado la grieta y ensanchando la distancia entre republicanos y demócratas, oficialismo y oposición lograron ayer ponerse de acuerdo y darle a Trump una victoria: la Casa Blanca y los demócratas cerraron un acuerdo para aprobar el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC), el heredero del Nafta, cuya reforma había sido una de las principales promesas de campaña de Trump.

El decidido avance de los demócratas hacia un impeachment promete dejar una huella profunda en la política de Estados Unidos. Es un proceso que la democracia más longeva del mundo solo utilizó en dos ocasiones previamente, y que arraigó las divisiones en el país: la mitad cree que Trump debe ser destituido, y la otra mitad, absuelto. Para los demócratas, Trump violó el juramento que hizo cuando asumió la presidencia. Para Trump, los demócratas lideran una «farsa», un «golpe» para deshacer su triunfo en 2016.

Los republicanos en la Cámara de Representantes mantuvieron su férreo respaldo a Trump, e insistieron en que los demócratas estaban decididos a llevar a Trump a un juicio político de cualquier manera. El líder de la bancada, Kevin McCarthy, volvió a remarcar que, a su juicio, Trump «no hizo nada que sea enjuiciable». Y uno de los referentes oficialistas, Steve Scalise, puso la mirada en la elección del año próximo. «Lo están acusando porque tienen miedo de que sea reelegido. Ese es el verdadero abuso de poder», afirmó.

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