Guatemala se convierte en otra barrera migratoria de EE.UU

by Redacción

El gobierno de Joe Biden ha enviado al país centroamericano 95 vehículos para apoyar la seguridad fronteriza y evitar el paso de miles de personas

Estados Unidos reforzó las capacidades de movilidad terrestre de las fuerzas militares de Guatemala en las fronteras guatemaltecas con México, El Salvador y Honduras para interceptar el paso de decenas de miles de migrantes irregulares latinoamericanos, caribeños, asiáticos y africanos hacia territorio estadounidense.

La medida avanzó en forma paralela a la orden que el presidente de EU, Joe Biden, emitió el 12 de este mes, en asocio con México, de intensificar el bloqueo al flujo migratorio irregular de venezolanos y devolver a suelo mexicano a los que intenten ingresar sin visa y con mecanismos ilícitos al lado estadounidense.

EU y México fortalecieron desde 2019 sus políticas conjuntas de contención de las corrientes de migrantes irregulares de América, Asia y África.

EU donó este mes 95 vehículos al Ejército de Guatemala y confirmó que apoyarán “los esfuerzas de seguridad fronteriza” de ese país, que colinda con México, Honduras, El Salvador y Belice, y el combate “contra el narcotráfico y el crimen organizado transnacional”.

Los automotores donados por EU fueron remitidos a las unidades “de reconocimiento” de la segunda, tercera y quinta brigadas de infantería del Ejército de Guatemala, que operan en los departamentos guatemaltecos de Huehuetenango (noroccidente), fronterizo con México, de Zacapa (nororiente), con Honduras, y de Jutiapa (suroriente), con El Salvador.

“Aunque (…) parece inocua, el momento de esta entrega es desafortunado”, advirtió la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA por siglas en inglés), institución no estatal de EU sobre la defensa de los derechos humanos en la zona.

La asistencia militar estadounidense “es para las ‘fronteras’, lo que significa que las fuerzas armadas de Guatemala pueden acabar utilizando la ayuda para bloquear a las personas migrantes que intentan transitar por el país”, agregó.

Al destacar que las alertas surgieron “más allá de la preocupación por el historial de derechos humanos del ejército guatemalteco”, insistió en que los soldados guatemaltecos “ya participan en operaciones conjuntas a lo largo de la frontera hondureña para repeler a las personas migrantes, incluidos muchos solicitantes de asilo”.

Tras señalar que la donación “probablemente reforzará esa misión que, al requerir un uso mínimo de la fuerza con una población vulnerable, no es una actividad propia de soldados entrenados para el combate”, destacó que “el riesgo para los derechos humanos es elevado”.

El Instituto Guatemalteco de Migración (IGM) no respondió a las consultas de periodistas acerca del tratamiento al fenómeno migratorio en general y, en particular, con venezolanos. El gobierno de Guatemala defendió la donación de EU a su ejército como parte de su política de seguridad y de combate al crimen organizado.

Alimentado por una profunda crisis política, socioeconómica e institucional, el éxodo al exterior desde Venezuela que empezó en 2014 ya superó los 7.1 millones de venezolanos, según cifras de las organizaciones de Estados Americanos (OEA) y de Naciones Unidas (ONU).

Origen, tránsito y destino

En el contexto migratorio internacional, Guatemala se afianzó con tres características.

Por un lado, es origen de migrantes, con más de tres millones de guatemaltecos en EU con rango de legales o ilegales. Por otro, es punto obligado de tránsito migratorio irregular de americanos, asiáticos y africanos hacia el norte del hemisferio occidental.

Por último, es sitio forzoso de destino con la devolución de esos viajeros a suelo guatemalteco por parte de las autoridades mexicanas.

Una rutina similar se registró en Honduras, que también es país de origen, de inevitable tránsito terrestre y de destino temporal y a la fuerza con la deportación de migrantes irregulares desde Guatemala.

Un informe que el IGM suministró a este diario mostró que 3 mil 7 extranjeros fueron expulsados de Guatemala a Honduras del primero al 16 de octubre de 2022.

El grupo incluyó a 2 mil 354 de Venezuela, 213 de Ecuador, 111 de Cuba, 74 de Haití, 73 de Honduras, 57 de Colombia, 36 de República Dominicana, 27 de Nicaragua, 18 de Perú, 9 de Bangladesh, 9 de Sri Lanka, 6 de China, 4 de Panamá, 2 cada uno de Brasil, Uruguay, Ghana e India y uno cada uno de Costa Rica, El Salvador y Senegal, según el IGM.

La meta de todos era EU, pero se truncó en un complicado contexto en el que el continente americano se hundió en 2022 en su más grave conflicto migratorio del siglo XXI y en uno de los más agudos desde la segunda mitad del siglo XX.

“Ha habido bastante movimiento”, confirmó la guatemalteca Daniela Picón, coordinadora de la Casa del Migrante Betania, una institución del Vicariato Apostólico de la Iglesia Católica en el norteño departamento (estado) guatemalteco del Petén, fronterizo con México.

“Mucha gente que va y mucha gente que viene. Yo considero que la gente que va es gente mal informada y que piensa que va a lograr cruzar la frontera por tierra, pero en realidad no pasará”, agregó Picón.

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