Una vez más, y ya son demasiadas, el alero LeBron James, se enfrentó ante el reto de tener que levantar la moral y el juego de Cleveland Cavaliers en el tercer partido de las Finales de la NBA. Pese a su gran aporte (33 puntos, 10 rebotes y 11 asistencias), su equipo cayó y la serie final podría definirse para los Golden State Warriors el próximo viernes, otra vez en el Quicken Loans Arena (Cleveland, Ohio).
Los vigentes campeones vencieron por 110-102 y aventajan 3-0 la serie final. Nunca en la historia un equipo pudo remontar un 0-3 en contra en la definición de la liga de básquet más importante del mundo (el registro es 13-0). Kevin Durant, con 43 puntos (13 rebotes y 7 asistencias), fue la máxima figura de los Warriors. En el momento más caliente del partido, clavó un tremendo triple a gran altura y decretó el valioso triunfo.
Lo dicho, en la historia de las Finales de la NBA, solo cuatro equipos con déficit de 2-0 en la serie se han recuperado para ganar el título, y los últimos en lograrlo fueron, precisamente, los Cavaliers, en 2016, y ante los Warriors, que habían estado arriba en la serie por 3-1, hasta que se hundió físicamente Curry y Green cayó en la provocación de James, que le costó una suspensión.
Sin embargo, ninguno pudo hacerlo estando 0-3. ¿Habrá una primera vez?