El gobierno de Nayib Bukele a escasas 20 jornadas de las elecciones presidenciales y para la Asamblea Legislativa del 4 de febrero próximo, ha suspendido todo tipo de licencia a los miembros de la Policía Nacional Civil (PNC) y ha subido en gran número las patrullas de soldados que se pueden observar en cualquier calle o colonia armados para la guerra.
Durante el pasado fin de semana, en coordinación con una campaña en medios tradicionales y digitales de logros del gobierno en la lucha contra las pandillas, un gran número de pandilleros recibieron condenas de hasta 295 años de prisión por diferentes delitos cometidos en los últimos años.
Informes de la Fiscalía General de la República indicaron que la mayoría de los reos pertenecía a la denominada pandilla 18 Revolucionarios, entre ellos, Mauricio Ernesto Catalán Munguía y Enrique Antonio Valle Medrano, ambos condenados con 295 años de prisión.
Mientras la fiscalía presenta los casos y los jueces condenan, la PNC arrestó a 15 presuntos pandilleros tras un operativo realizado en la zona oriental del país, también «casualmente» coordinados.
Según analistas de las organizaciones no gubernamentales y opositores, la ola de arrestos en la ofensiva gubernamental, dijeron, esta siendo utilizada con un fin «electorero», imprimiendo miedo en la sociedad civil.
«Claro que sí, durante la etapa electoral hemos visto el aumento de detenciones arbitrarias como método de campaña política. El régimen de excepción es algo político utilizado por este gobierno como método de campaña», afirmó Ivania Cruz, del Comité de Familiares de Presos y Presas Políticas a periodistas.
