El Salvador trabaja en la modificación de su matriz energética mientras sus plantas geotérmicas aumentaron 10 por ciento su generación.
Según informes, el aumento en la generación de energía se debe al reciclamiento de vapor de agua de dos pozos geotérmicos que aportan al país 209.40 megavatios.
El Salvador, considerado un referente regional en el uso de este tipo de producción, tiene dos plantas geotérmicas administradas por LaGeo, una subsidiaria de la Comisión Ejecutiva Hidroeléctrica del Río Lempa (Cel), una en Berlín, Usulután, con una capacidad de 110 megavatios (MW), en operación desde 1999 y la otra en Ahuachapán, con 95 megavatios de potencia.
La energía geotérmica representa un 6.9 por ciento de una capacidad instalada hasta 2023 de dos mil 997.69 MW, según la Superintendencia General de Electricidad y Telecomunicaciones (Siget).
Este tipo de producción aprovecha el calor de la tierra para generar electricidad y es mucho más barato que otras tecnologías, como búnker, y más estable que la hidroeléctrica.
