El Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) ha confirmado oficialmente su intención de participar en las elecciones generales de 2027. La decisión fue la pieza central de su 45ª Convención Nacional celebrada la víspera en Usulután, en el oriente del país, donde la cúpula y los delegados ratificaron la necesidad de iniciar un proceso de «reconstrucción» inmediata para evitar la extinción política del partido.
El anuncio se produce en un contexto de crisis existencial para la izquierda salvadoreña. En las elecciones de 2024, el FMLN sufrió la peor derrota de su historia, perdiendo casi la totalidad de su representación en la Asamblea Legislativa, así como la mayoría de los municipios que controlaba históricamente.

La decisión del desprestigiado partido de izquierdas se da pese a que considera que las reformas realzadas en julio de este año a la Constitución son ilegales.
Las elecciones presidenciales debieron hacerse en el 2029 pero reformas a la constitución impulsada por la mayoría de Nuevas Ideas en la Asamblea acortaron el periodo en tres años y ahora se aprestan a consolidar la continuidad de Bukele al frente del país, según críticos.
Reconstruir desde Cero: El Mandato de la Convención
La dirigencia del FMLN ha enmarcado la participación de 2027 como un «deber histórico» y una obligación para garantizar la pluralidad política del país. Sin embargo, el mandato principal de la Convención fue la necesidad de una profunda autocrítica y una reestructuración interna.

«La Convención nos ha dado la pauta: volver a las bases, recuperar la confianza de la gente que se sintió defraudada y articular una oposición real», señaló un miembro del Consejo Nacional, que pidió el anonimato. El desafío no es solo competir, sino reestructurar la identidad del partido y encontrar un discurso que conecte con las nuevas generaciones, que no vivieron el conflicto armado ni los logros iniciales del partido, y que solo conocen su periodo de declive.
El partido enfrenta obstáculos severos para esta reconstrucción:
- Finanzas Mermadas: La pérdida de representación legislativa y municipal ha significado un drástico recorte en la financiación estatal que reciben los partidos. Las próximas campañas deberán ser de «austeridad extrema».
- Liderazgo Desgastado: Gran parte de su dirigencia actual es percibida por el electorado como desconectada o vinculada a periodos de presunta corrupción, dificultando la atracción de nuevos cuadros jóvenes y creíbles.
- Dominio Territorial del Oficialismo: El partido gobernante, Nuevas Ideas, ejerce un control casi total de la Asamblea y el poder Ejecutivo, dificultando la labor de fiscalización y oposición del FMLN a nivel local y central.
¿Un Acto de Supervivencia o Competencia Real?
Analistas políticos coinciden en que la participación es un paso necesario, pero insuficiente, para el resurgimiento.

Una fuente confirmó a DiarioLatino.net que el actual secretario general del partido de corte comunista, Manuel “Chino” Flores no irá como candidatos y presentarán a otra figura aunque sin precisar quien será el abanderado en la cita en las urnas.
«El principal objetivo de participar es asegurar la supervivencia legal del FMLN y acceder a la deuda política mínima. Si no compiten, se arriesgan a la cancelación de su registro ante el Tribunal Supremo Electoral», explica un experto electoral bajo el anonimato.
Añade que para ser un competidor real y no solo un actor testimonial, el FMLN deberá desprenderse de figuras históricas y presentar una plataforma ideológica radicalmente nueva que se enfoque en los problemas sociales y económicos actuales de El Salvador, dejando de lado la nostalgia del pasado.
El camino hacia 2027 será una prueba de fuego. El reto está planteado: ¿podrá el FMLN resurgir de sus cenizas y asegurar su futuro político, o su participación será un mero trámite para su inminente disolución?
