El actual titular de la Fiscalía General de la República (FGR), Raúl Melara, reveló durante una entrevista televisada que debido a los indicios de responsabilidad, surgidos durante la realización de una auditoría interna, por parte del ex fiscal Douglas Meléndez y otros fiscales, el caso ya fue derivado a una unidad especializada donde serán investigados por las sospechas de haber fabricado pruebas falsas en el caso corruptela.
Melara reconoció asimismo la existencia de “manzanas podridas” dentro de la Fiscalía General de la República, aunque hizo énfasis en que la mayor parte de los fiscales actúan de acuerdo a la reglamentación de la FGR y con apego a la ley.
También censuró que los investigados hubiesen buscado supuestas “presiones” externas para no ser investigados.
Melara aseguró que la auditoría ha sido trasladada a una unidad especializada de la Fiscalía para que se realice una investigación formal sobre los fiscales por presuntamente coaccionar a algunos de sus colegas y otros elementos administrativos dentro de la Institución, para fabricar pruebas en contra de los imputados en el mencionado caso.
El fiscal Melara aclaró a quienes cuestionaban que se hubiese suspendido la auditoría fiscal que se venía realizando en contra de los fiscales y administrativos acusados de falsear casos como el llamado corruptela, asegurando que la situación de estos ha derivado hacia una investigación penal dentro de la FGR.
«El procedimiento establece que como es una investigación interna, en el momento en el que el auditor fiscal pueda denotar el cometimiento de un ilícito, lo suspende y lo deriva a a unidad correspondiente para que sea una investigación formal para determinar si hubo coacción o lo que sea, algunos indicios habrá», sostuvo el Fiscal General.
Refiriéndose a los supuestos apoyos externos que han buscado los indiciados para evitar la investigación, Melara dijo que le extrañaba que esto hubiese ocurrido. «me extraña que estos fiscales denunciados se hayan movido con FUNDE, con otras personas, con el IDHUCA, están en su derecho, no es cierto que se les esté persiguiendo». luego hizo hincapié en que «la obligación del fiscal general es investigar, no puedo hacerme del ojo pacho, el desentendido, cuando hay acusaciones graves».
Desde que el actual fiscal general asumió su cargo, aseguró que uno de sus principales objetivos era corregir errores e ilegalidades, si los había, y reparar las injusticias que se hubiesen cometido.