La Antártida oriental registró esta semana temperaturas de más de 30°C por encima de lo normal, un «récord absoluto», informaron expertos en Twitter.
La base de investigación franco-italiana Concordia, instalada en el domo C de la meseta antártica a más de 3.000 metros de altitud, registró el viernes un «calor» de 11,5°C bajo cero, «un récord absoluto para todos los meses combinados, superando los 13,7°C bajo cero del 17 de diciembre de 2016», indicó Etienne Kapikian, de Météo-France, el Servicio Meteorológico Nacional de Francia.
Pese a que las temperaturas deberían haber bajado con el fin del verano austral, la base de Dumont d’Urville, situada en la costa de la Tierra Adelia, estableció el récord del mes de marzo más suave, con +4,9°C, y una temperatura mínima de +0,2°C el 18 de marzo.
«Los días sin heladas son ocasionales (en Dumont d’Urville), pero nunca se habían producido después del 22 de febrero (en 1991)», señaló Gaëtan Heymes, de Météo-France.
Un cambio de lo que «creíamos que era posible para el clima antártico»
El experto describió un «evento históricamente suave sobre el este» del continente helado, con temperaturas de 30 a 35°C por encima de las normas estacionales.
«Esta es la época en que las temperaturas deberían bajar rápidamente, ya que el solsticio de verano se produce en diciembre», señaló Jonathan Wille, investigador del Instituto de Geociencias Ambientales de Grenoble.
«Esta ola de calor en la Antártida está cambiando lo que creíamos que era posible para el clima antártico», agregó.
Aunque en el momento de producirse un suceso no es posible atribuirlo al cambio climático, una de las señales más claras del calentamiento global es el aumento del número y la intensidad de las olas de calor.
Los polos se están calentando incluso más rápido que la media del planeta, que ha aumentado en promedio en torno a 1,1°C desde la era preindustrial.
En febrero, el manto de hielo antártico alcanzó su menor superficie desde que comenzaron las mediciones por satélite en 1979, con menos de 2 millones de km2, según el Centro Nacional de Datos de Nieve y Hielo de Estados Unidos.
Con información de AFP, The Independent, dw