El paso por la cárcel no es un impedimento para que Luiz Inácio Lula da Silva quiera ser de nuevo presidente de Brasil.
Doce años de prisión y otros seis procesos judiciales en trámite pesan sobre el expresidente que actualmente lidera las encuestas de intención de voto. La candidatura de Lula da Silva fue anunciada a través de un manifiesto publicado en la página web del líder sindicalista.
La incertidumbre se siente en el interior del Partido de los Trabajadores (PT) que, sin otro candidato para las presidenciales, decidió respaldar al exmandatario.
La carta divulgada en la que el expresidente asume la candidatura dice, además, que es una misión que él tiene pues, en sus palabras, es una gran responsabilidad con Brasil «y porque los brasileños tienen derecho a votar libremente en un proyecto de país más solidario».
Durante el acto organizado por el PT para lanzar la candidatura de su líder, la expresidenta de Brasil, Dilma Rousseff, leyó el manifiesto escrito por Lula da Silva. En una de las partes se podía leer: «Sé que mi candidatura representa esperanza y lo llevaremos hasta el final, porque tenemos la fortaleza de la gente a nuestro lado».
Desde la cárcel, el exmandatario redactó su carta, así como un plan de gobierno en el que aún trabaja y que está centrado principalmente en temas de seguridad pública.
Pero, así el candidato del PT desee seguir adelante como si no pasara nada, su candidatura está prácticamente anulada, pues la leyes electorales de Brasil prohíben a condenados en segunda instancia, como es su caso, postular a cualquier cargo público.
Con información de EFE
