Los ingresos generados por las exportaciones del café de El Salvador cayeron un 35,2 % durante la cosecha 2023-2024, de acuerdo con cifras del gubernamental Instituto Salvadoreño del Café (ISC).
Los datos oficiales indican que los ingresos por la exportación del grano entre octubre de 2023 y abril de 2024 sumaron unos 46,85 millones de dólares, frente a 72,34 millones del mismo período de la cosecha 2022-2023.
La diferencia en ingresos es de 25,49 millones de dólares a la baja, además el acumulado en el volumen de exportación del lapso también se redujo un 31,4 %, pasando de 323,081 quintales oro-uva en el ciclo pasado a 221,671 en la actualidad, una caída 101,401 quintales.
Al cierre del ciclo 2022-2023, los ingresos por la exportación del café de El Salvador cayeron un 13,2 %, mientras que la producción y el empleo también registraron bajas del 4,84 % y 4,83 %, respectivamente.
La caficultura salvadoreña se ha visto golpeada por el hongo de la roya y la crisis climática, que la ha llevado a registrar, desde el ciclo 2013-2014, sus mínimos históricos de producción del grano.
En el ciclo actual la cosecha se ha situado en 888,426 quintales oro-uva, un 1,12 % más que lo recolectado en el mismo lapso en la cosecha 2022-2023, que fue de 878,560 quintales, lejos de los más de 4,3 millones de quintales que el país llegó a cosechar en el periodo 1992-1993.
El café es el principal producto agrícola de exportación de El Salvador, reconocido por sus variedades de especialidad cosechadas en seis zonas cafetaleras.
Este grano fue el principal motor de la economía salvadoreña en las décadas de 1920 y 1930, representando un asombroso 90 % de las exportaciones, todo cambió a finales del siglo XX.
Actualmente, el rubro cafetalero está completamente en abandono por las autoridades del Ministerio de Agricultura, que no han entregado fertilizantes ni fungicidas a los pequeños cafetaleros, que enfrentan precios exhorbitantes en los insumos que necesitan.