¿Existe un antídoto contra el populismo?

by Redacción

¿Existe una ola de populismo en América Central? ¿Se trata de sistemas de izquierda o de derecha? ¿Afecta la calidad de la democracia? Éste y otros interrogantes son abordados con rigor académico en el libro colectivo El populismo en América Central. La pieza que falta para conocer un fenómeno global, recientemente publicado por Siglo Veintiuno Editores y coordinado por María Esperanza Casullo y Harry Brown Araúz.

La obra reúne los trabajos de 16 académicos que investigaron el fenómeno del populismo en esa región y pusieron especial atención en los gobiernos de Nayib Bukele, en El Salvador, Xiomara Castro, en Honduras, y Rodrigo Chávez, en Costa Rica.

Algunos de los conceptos que atraviesan este libro es que no existe una vacuna o un antídoto contra el populismo, y que, actualmente, en el continente existe una competencia de populismos de izquierda y de derecha, o en algunos casos mixto.

Sostiene, además, que la historia y la política centroamericana suelen ser reducidas a una idea de “Latinoamérica” que, en realidad, sólo abarca “Sudamérica”. Incluso, detallan los investigadores en el libro, que la mayoría de las veces esta reducción privilegia los países del Cono Sur y Brasil, y con frecuencia también incluye a México.

infobae

[“El populismo en América Latina” puede comprarse en formato digital en Bajalibros clickeando acá]

También da cuenta de que existe el preconcepto de que América Central sólo sigue tendencias o procesos propios de la región en su conjunto. El populismo en América Central aporta una mirada a la Historia latinoamericana y revela que esta región no sigue las tendencias políticas de sus vecinos (del sur o del norte) sino que, por el contrario, con frecuencia han inaugurado o marcado verdaderos hitos.

También es posible afirmar, como lo hace en uno de los artículos del libro Ernesto Semán, que el evento de mayor impacto en la política latinoamericana en la segunda mitad del siglo XX fue la Revolución cubana, hija directa del desencanto de los jóvenes activistas con las posibilidades de una democracia populista, frente al fin de la experiencia guatemalteca. Más adelante, en América Central se produjeron y refinaron las metodologías de represión política de carácter antipopulista, que se extenderían luego por todo el continente.

La revolución cubana y Fidel Castro.La revolución cubana y Fidel Castro.

Los textos de El populismo en América Central tiene otra idea contundente: un análisis la historia política de toda América Latina es erróneo si no se pone a América Central en el centro. Y a eso apuntan los artículos de este libro: a poner el foco sobre las raíces, la vigencia, y las frustraciones del populismo en las distintas experiencias históricas que se sucedieron en esa región.

En diálogo con Silvana Boschi, de Infobae Leamos, María Esperanza Casullo, docente de la Universidad de Río Negro e investigadora del Conicet y una de las compiladoras de este volúmen, profundiza sobre estos temas.

¿Cómo define el populismo? ¿Puede haber un populismo de derecha y uno de izquierda?

―El populismo puede definirse como una forma política; una manera de hacer política, acumular poder, ganar elecciones, y construir gobernabilidad. En nuestro marco, esto está relacionado con la posibilidad de construir una narrativa, que llamamos mito populista, que explica los problemas actuales en relación a un daño llevado adelante por un villano. El héroe de las narrativas populistas es un héroe dual, el pueblo (que ha sido traicionado), acompañado por un o una líder; el villano es también dual, un villano externo y remoto (el FMI, los fondos buitres, las ONGS internacionales, etc.) y un traidor interno, que debería ser parte del pueblo pero eligió traicionarlo.

Nicolás Maduro. (AFP)Nicolás Maduro. (AFP)

¿Son de derecha y de izquierda?

―En general, los populismos no son simplemente de izquierda ni de derecha, sino que suelen combinar políticas de ambos tipos, o ser un híbrido ideológico. Sin embargo, en general encontramos algunos gobiernos que “pegan para arriba”, es decir, antagonizan con las clases más dominantes en términos económicos y sociales, y gobiernos que “pegan para abajo”, es decir, antagonizan con grupos desfavorecidos, migrantes, feministas. Más o menos, esto mapea con el concepto de izquierda y derecha.

¿Los populismos atentan contra la calidad de la democracia?

Los populismos pueden afectar la calidad de la democracia, o bien terminar integrándose en las instituciones. Depende de varios factores, sobre todo, si cuando asumen lo hacen en un sistema de partidos detonado, si tienen espacio para reformar la Constitución, si existe o no existe una oposición con capacidad de limitarlos, si la sociedad se movilizada para contenerlos, o los apoya, etc.

¿Por qué los líderes son muchas veces outsiders de la política?

Los líderes se presentan a sí mismos en la narrativa como outsiders, como incontaminados por la política, movilizados por un compromiso moral con el destino de la patria o del colectivo. Lo importante es cómo se narran a sí mismos, porque en realidad, en general, no son outsiders. Son gente que hace política desde hace décadas, o son periodistas o personas del sistema de medios, o millonarios. De Evo Morales uno podría decir que sí era outsider, pero no lo era Néstor Kirchner, ni Nayib Bukele, ni Manuel Zelaya. Sin embargo, se presentan a sí mismos como alguien que “viene de afuera”.

Imagen de archivo. El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, se dirige al 78º período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York. 19 de septiembre de 2023. REUTERS/Eduardo MuñozImagen de archivo. El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, se dirige al 78º período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York. 19 de septiembre de 2023. REUTERS/Eduardo Muñoz

¿Qué proceso particular se vivió en El Salvador, Honduras y Costa Rica, que permitieron revisar la idea de que el populismo no existía en América Central?

―En América Central existe actualmente una pequeña ola populista, con emergentes de este fenómeno en Panamá, Costa Rica, Honduras y El Salvador. En general tiene que ver con liderazgos que surgen en sistemas con partidos muy debilitados. Costa Rica, El Salvador y Honduras tenían partidos mainstream con décadas de antigüedad, que por diversas razones se han visto muy debilitados. A esto se suma el malestar social luego de décadas de erosión de la calidad de vida de las mayorías, y cuestiones como el aumento del narcotráficoy la inseguridad.

¿Qué sucede con los casos de Venezuela y Cuba?

―En el caso de Venezuela y Cuba, ahí podemos ver procesos en los cuáles gobiernos populistas como Venezuela o liderazgos que tenían algunos rasgos populistas en su momento de origen, o Cuba, como se analiza en el capítulo del libro devienen regímenes autoritarios. En los dos casos, encontramos varias condiciones, entre ellas, movimientos que llegan al poder en un sistema con partidos destruidos y profunda crisis económica o por revolución, y amenazas externas como el bloqueo cubano, que es respondido con una fuerte militarización.

¿Qué fortaleza tienen las sociedades que no adhieren a los gobiernos populistas?

―La verdad es que cada vez es más difícil encontrar sociedades que no adhieran al populismo en momentos puntuales. Estados Unidos, toda Europa, Canadá, Australia, tienen o han tenido partidos y liderazgos populistas que llegaron muy cerca de ganar, o han ganado. Gran Bretaña, Francia, Italia, Suecia, Holanda, y hay todavía más. El ascenso de los populismos expresa menos ciertas falencias de ciertas sociedades “no desarrolladas” sino cuestiones que tienen que ver con la crisis de las instituciones democráticas en el contexto global. Sociedades más heterogéneas, aumento de demandas ciudadanas, aumento del malestar social frente a la crisis de la globalización: cada vez es más difícil construir identidades políticas inclusivas, y el discurso populista “prende” en esta circunstancias, porque ofrece explicaciones (aunque sean dudosas) y perspectivas de acción.

Por último, ¿qué visión particular tiene de lo que está ocurriendo en Argentina?

―Argentina es un país más en donde se manifiesta una tendencia regional creciente: el crecimiento de populismos que pegan para abajo, y la competencia cada vez más estructurada entre populismos más de izquierda y populismos radicales de derecha, con un debilitamiento fuerte de los partidos de centro derecha institucionales.

Quién es María Esperanza Casullo

♦Es directora del Laboratorio de Estudios e Investigación del Sistema Penal y Derechos Humanos de la Universidad Nacional de Río Negro (Argentina), e investigadora del Conicet. Obtuvo el doctorado en Gobierno en la Universidad de Georgetown (Estados Unidos).

♦Es miembro del Consejo Asesor del Observatorio de Reformas Políticas en América Latina de la UNAM y la OEA y de la Comisión Directiva de la Sociedad Argentina de Análisis Político. Pertenece a la Red de Politólogas.

♦Su libro más reciente es ¿Por qué funciona el populismo? El discurso que sabe construir explicaciones convincentes de un mundo en crisis (Siglo XXI).

Quién es Harry Brown Araúz

♦Es director del Centro Internacional de Estudios Políticos y Sociales (Cieps) y miembro del Sistema Nacional de Investigación (SNI) de Panamá.

♦Es Doctor en Ciencias Políticas y Sociología por la Universidad Complutense de Madrid.

 Es miembro del Consejo Asesor del Observatorio de Reformas Políticas en América Latina de la UNAM y la OEA y del Consejo Asesor del Informe Estado de la Región, con sede en Costa Rica.

♦Es autor de los libros El vencedor no aparece en la papeleta (2018) y Partidos políticos y elecciones en Panamá: un enfoque institucionalista (2007).

You may also like