El Gobierno de Joe Biden rechazó el lunes que haya un «genocidio» en la Franja de Gaza, pero pidió a Israel que «haga más» para garantizar la protección de las personas civiles en el enclave.
«Creemos que Israel puede y debe hacer más para asegurar la protección y el bienestar de los civiles inocentes. No creemos que lo que está ocurriendo en Gaza sea un genocidio», declaró el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, en una rueda de prensa.
Sullivan reiteró que Estados Unidos se opone a una operación militar a gran escala sobre Rafah, en el extremo sur de la Franja de Gaza, fronteriza con Egipto y donde se hacinan 1,4 millones de personas, que son utilizados como «escudos humanos» por cientos de terroristas de Hamás. «Creemos que sería un error lanzar una operación militar a gran escala en el corazón de Rafah, lo que pondría en riesgo a un enorme número de civiles», enfatizó Sullivan.
Según estimaciones de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA), unas 360.000 personas han huido de Rafah desde la primera orden de evacuación emitida por el Ejército israelí, cuando pidió inicialmente evacuar los barrios más orientales a las afueras de la localidad, donde había unas 100.000 personas. Sin embargo, posteriormente Israel amplió la orden de desplazamiento a más áreas del centro de Rafah y este lunes sumó otros dos barrios ubicados en la mitad occidental.
Los combates son producto del ataque terrorista de Hamás en territorio israelí el pasado 7 de octubre. Los terroristas aún tienen mas de un centenar derehenes judíos que van muriendo uno a uno, asesinados o por producto de su cutiverio.
Con información de Efe, Afp, Reuters