Jorge Ramos explicó el lunes por la noche a un grupo de agencias internacionales de noticias que la molestia de Maduro inició cuando lo cuestionó sobre la crisis que atraviesa Venezuela: “Le había preguntado sobre si él era un presidente o un dictador, porque millones de venezolano no lo consideran un presidente legítimo; sobre las acusaciones de Juan Guaidó de que él era un usurpador del poder, sobre lo que la oposición considera un fraude (electoral) en mayo del 2018, sobre las acusaciones de uno de sus jefes de inteligencia de que él era responsable de cientos de muertos”.
Pero lo que hizo que Maduro detuviera la entrevista fue un video que le mostró el periodista en el que aparecen unos jóvenes comiendo de un camión de basura. En ese momento “paró la entrevista y se fue”, explicó.
Ramos y un equipo de cinco periodistas más de la cadena Univisión salieron el martes de Venezuela, después de haber sido retenidos durante más de dos horas en la sede de la presidencia.
“Estuvimos detenidos, no hay otra palabra, por más de dos horas en el palacio de Miraflores”, dijo el periodista.
Univisión había indicado que a Maduro “le disgustaron las preguntas de una entrevista y ordenó detener la grabación, decomisar los equipos y retener a los periodistas”. Los comunicadores esperan que les devuelvan cámaras, tarjetas de video y celulares, señaló Ramos.
Además, Ramos comentó que el ministro de Comunicación venezolano Jorge Rodríguez les dijo durante la entrevista que no estaba autorizada.
“Desde luego esta es una violación total a la libertad de expresión, una violación a los derechos humanos; ellos creen que la entrevista es de ellos, no de nosotros”, prosiguió.
La presidenta de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), María Elvira Domínguez, dijo que la acción contra Ramos “equivale a un secuestro”.
