El Parlamento Centroamericano (Parlacen) respondió con firmeza a las críticas y señalamientos de los diputados del partido Nuevas Ideas de El Salvador, que decidieron la reciente reforma constitucional que busca la salida del país de este organismo regional. A través de un comunicado oficial, el Parlacen ha calificado las declaraciones de los diputados salvadoreños como «infundadas» y ha protestado por lo que considera un uso de la descalificación para justificar una decisión política.
La controversia se intensificó después de que la Asamblea Legislativa de El Salvador, con mayoría absoluta de Nuevas Ideas, aprobara una reforma constitucional para que el país abandone el Parlacen. Durante la discusión en el pleno, varios diputados del oficialismo argumentaron que el organismo es un «refugio de exfuncionarios corruptos» que buscan inmunidad y que, además, ha sido ineficaz para la verdadera integración regional. Se señaló que la permanencia en el Parlacen representa un gasto de 1.7 millones de dólares anuales que el país puede ahorrar.
La ironía de un diputado de Nuevas Ideas al frente del Parlacen que su partido busca destruir
La decisión del gobierno salvadoreño de proponer una reforma constitucional para salir del Parlamento Centroamericano (Parlacen) ha cobrado un giro irónico y llamativo, ya que el organismo es actualmente presidido por un político de El Salvador y miembro del mismo partido oficialista, Nuevas Ideas, que impulsa la salida.
El actual presidente del Parlacen es el salvadoreño Carlos René Hernández Castillo. Hernández asumió su cargo en octubre de 2024 para un período de un año y pertenece al partido Nuevas Ideas, la misma fuerza política que domina la Asamblea Legislativa salvadoreña y que ha sido la principal promotora de la iniciativa para que El Salvador abandone el organismo regional.

Esta situación ha generado una profunda controversia. Por un lado, el oficialismo salvadoreño argumenta que el Parlacen es un «refugio de políticos corruptos» y un gasto innecesario para el país. Por otro lado, la presidencia de Hernández en el organismo subraya la paradoja de estas críticas, ya que el máximo representante del Parlacen es un miembro del partido que lo está descalificando. Este hecho pone en evidencia las tensiones internas y las contradicciones en la política exterior de El Salvador en relación con la integración regional.
El Parlacen Defiende su Rol y su Misión
En su respuesta, la directiva del Parlacen, que tiene su sede en Guatemala, rechazó categóricamente estas acusaciones. En un comunicado emitido el martes, el organismo reafirmó su compromiso con la transparencia, la participación activa y el fortalecimiento de las relaciones diplomáticas regionales. Subrayó que su labor se ha centrado en promover la integración y la paz en la región, y rechazó cualquier discurso que busque «desacreditar su papel institucional» sin sustento jurídico o argumentativo.
El organismo regional recordó que está integrado por representantes electos de Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Panamá y República Dominicana, y que sus resoluciones, aunque no son vinculantes, buscan generar consensos y promover la cooperación en temas cruciales para la región. La reacción del Parlacen refleja la profunda molestia con el tono de las declaraciones de los diputados salvadoreños, que ven como un intento de justificar una decisión política a través de ataques.
Contexto de un Paquete de Reformas Controversiales
La propuesta de salida del Parlacen forma parte de un paquete de reformas constitucionales más amplio y polémico impulsado por Nuevas Ideas. En la misma sesión plenaria, la Asamblea Legislativa ratificó una reforma al artículo 248 de la Constitución, un movimiento que allana el camino para la reelección presidencial indefinida.
La conjunción de estas dos reformas ha generado un intenso debate sobre el futuro de las instituciones democráticas en El Salvador. La salida de un organismo de integración regional y la eliminación de la alternancia en el poder son vistas por la oposición y por analistas como pasos hacia un modelo de gobierno más concentrado y menos sujeto a contrapesos nacionales e internacionales.
Mientras El Salvador avanza con la propuesta de su salida, que aún debe ser ratificada para entrar en vigor, la tensión con el Parlacen se mantiene. El rechazo del organismo a las críticas del oficialismo salvadoreño subraya las crecientes diferencias en la región sobre el modelo de integración y la dirección política que los países centroamericanos están tomando.