En su gira por Asia, el papa Francisco lanzó un mensaje para todos los cristianos que buscan encontrar la salvación. El líder del Vaticano señaló que cuál es el grupo de personas de la Iglesia católica que nos acercan a Cristo y al cielo.
Más de 600,000 personas se acercaron a la misa del sumo pontífice en una cifra récord para Timor Oriental, ya que englobó a más de la mitad de la población. Los fieles oyeron la homilía del referente eclesiástico que invitó a «hacerse pequeños ante Dios y los unos ante los otros».
¿Qué piensa el papa Francisco de los niños?
El líder de la santa sede remarcó que al «hacerse niños permitimos la acción de Dios en nosotros» y convocó a los locales a ver «la luz salvadora» de Jesús como «el hijo prometido» en la Biblia.
«Dios se hace niño y no es sólo para asombrarnos y conmovernos, sino también para abrirnos al amor del padre y dejarnos modelar por Él. Esta realidad se revela hermosa en Timor Oriental, porque hay muchos niños y ustedes son un país joven en el que en cada rincón la vida se siente palpitar y bullir», reflexionó.
El líder del Vaticano señaló que «la presencia de tanta juventud y de tantos niños es un don inmenso, que renueva constantemente nuestra energía y nuestra vida».
¿Qué dijo el papa Francisco en su viaje a Timor Oriental?
Luego, el máximo referente católico trazó un paralelismo entre la Navidad y la concepción como hechos festivos: «El nacimiento de un hijo es un momento de alegría y de fiesta que suscita buenos deseos, de renovarnos en el bien, volver a la pureza y a la sencillez».
«Ante un recién nacido, incluso el corazón más duro se conmueve y se llena de ternura», agregó y revalidó su postura sobre la importancia de valorar a los más pequeños.
«Dios se hace niño y no es sólo para asombrarnos y conmovernos, sino también para abrirnos al amor del padre y dejarnos modelar por Él, para que pueda sanar nuestras heridas, arreglar nuestras divergencias, poner en orden la existencia», concluyó.
Por último, el excardenal Jorge Bergoglio tomó la figura de María y destacó que ella «eligió permanecer pequeña toda su vida y hacerse cada vez más humilde, para dejar espacio a Jesús«.