Pete Lombardi, un niño de Ohio con síndrome de Down que también sufre de leucemia, había perdido la oportunidad de ver al papa Francisco durante su gira por EEUU.
Desde pequeño, Pete soñó con encontrarse con el Papa cara a cara, y fueron varios los intentos. En septiembre de 2015, cuando Francisco recorrió tres ciudades de Estados Unidos, el menor no pudo asistir a los eventos para conocer al Sumo Pontífice porque estaba sobrellevando una quimioterapia, explicó la cadena ABC.
Cuando estaba en el hospital y veía por televisión la visita de Francisco a Filadelfia, Pete le aseguró a su madre que quería ser besado por ese señor, quien, según sus palabras, «daba muchos besos a los niños».
Y este miércoles, gracias a la ayuda de la fundación Make-A-Wish, Pete y su familia llegaron a la plaza de San Pedro para hacer realidad el encuentro.
Pero el sueño cumplido se engrandeció porque, cuando el papamóvil se detuvo frente a la multitud y alguien acercó a Pete hasta el vehículo, el papa Francisco tuvo un gesto que conmovió a todos.
El Sumo Pontífice besó al pequeño y lo invitó a subirse al papamóvil para que lo acompañe durante su recorrida por la plaza antes de la misa. Y no solo eso, también le colocó en la cabeza una corona de globos, que la madre, emocionada, aseguró que guardará por siempre.