El juicio político a Donald Trump arrancó en el Senado con una derrota demócrata

by Redacción

El primer día del juicio político al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ofreció una descarnada pelea con acusaciones cruzadas entre republicanos y demócratas en el Senado ante las maniobras del oficialismo para lograr un «juicio exprés», sin testigos ni pruebas nuevas, que termine en una rápida y limpia absolución.

El inicio del impeachment, el tercero en la historia de Estados Unidos, estuvo abocado a la definición de las reglas que regirán el juicio. Los republicanos, bajo presión de Trump, presentaron una resolución para finiquitar el proceso lo más rápido posible.

Enfurecidos, los demócratas denunciaron un intento de encubrimiento del oficialismo y buscaron cambiar las reglas con la esperanza de obtener nuevas pruebas, pero chocaron contra la mayoría oficialista en el Senado, que se mantuvo incólume.

«Un juicio sin evidencia no es un juicio, es un encubrimiento», denunció el líder demócrata en el Senado, Chuck Schumer, en una conferencia de prensa, antes del inicio de la sesión en la Cámara alta.

La resolución con las reglas para el juicio fue presentada por el jefe de la bancada republicana, Mitch McConnell, quien diseñó las normas a partir del impeachment a Bill Clinton, aunque con plazos más cortos. Un cronograma tentativo que circuló ayer sugería que el voto final del juicio podría ocurrir en tan solo 10 días, a fines de enero.

Schumer dijo que las reglas propuestas por los republicanos eran una «desgracia nacional» y un mapa para una absolución rápida del presidente. Desafiante, McConnell dijo que tenía los votos necesarios para bloquear cualquier intento de la oposición por modificar las reglas. Unas horas después, cumplió: el primer intento de los demócratas de cambiar las reglas del juicio naufragó en una votación dividida según las líneas partidarias. Los 53 senadores republicanos rechazaron una modificación para solicitar documentos a la Casa Blanca sobre el escándalo Ucraniagate, que llevó al juicio político. Ni un solo republicano apoyó la moción. Los 47 demócratas votaron a favor.

Esa primera votación fue un crudo recordatorio para la oposición del fuerte blindaje con el que cuenta Trump en el Senado, donde los republicanos han dado claros indicios de que se mantendrán unidos en defensa del presidente.

El mismo rechazo tuvieron las dos siguientes mociones para pedir información al Departamento de Estado y la Oficina de Presupuesto.

Confiado, Trump siguió las novedades del juicio desde Davos, Suiza, donde viajó para participar del Foro Económico Global (ver aparte), y dejó todo en manos de sus abogados defensores. Los primeros argumentos en contra de los pedidos de los demócratas corrieron por cuenta del abogado personal del presidente, Jay Sekulow, y el abogado de la Casa Blanca, Pat Cipollone.

En una encendida argumentación con la voz en alto, Cipollone desplegó uno de los puntos de ataque favoritos del oficialismo: que las evidencias de los demócratas son pobres, y su objetivo es deshacer la elección de 2016 e impedir que Trump busque su reelección. «No están acá para robar una elección. Están acá para robar dos elecciones», fustigó Cipollone.

Los demócratas presentaron las pruebas recolectadas en la investigación que realizó la Cámara de Representantes, que acusó a Trump de abuso de poder y de obstruir la labor del Congreso al trabar la pesquisa de la oposición sobre el escándalo Ucraniagate. Pero insistieron en obtener más documentos.

«Nos ayudarían a completar nuestra comprensión sobre cómo se desarrolló el esquema del presidente en tiempo real», dijo la congresista demócrata Val Demings, una de las responsables de presentar el caso por la oposición. «¡El Senado no le puede permitir ocultar toda la evidencia!», demandó.

El gobierno acusó a la oposición de querer «rehacer» todo, y de apresurarse a acusar al presidente sin tener el caso debidamente probado. «Todavía no tienen caso. Y lo saben», tuiteó la cuenta de la Casa Blanca.

La pelea central, sin embargo, tenía como eje a los testigos. Los demócratas esperaban conseguir el respaldo de al menos cuatro republicanos «moderados» para lograr que testifiquen funcionarios y exfuncionarios de Trump. La lista incluye al exconsejero de Seguridad Nacional, John Bolton; el secretario de Estado, Mike Pompeo, y el jefe de Gabinete, Mick Mulvaney, quienes hasta ahora no han ofrecido testimonio bajo juramento sobre el escándalo.

La Casa Blanca había argumentado en un informe presentado por los abogados de Trump que los cargos contra el presidente son «estructuralmente deficientes», una «afrenta a la Constitución» y no alegan «ningún delito o violación de la ley».

«Los artículos del impeachment ante el Senado son una afrenta a la Constitución y a nuestras instituciones democráticas. Los artículos en sí y el proceso arreglado que los trajo son un acto descaradamente político de los demócratas de la Cámara de Representantes, que deben ser rechazados», indica el escrito.

«El Senado debería rechazar los artículos de juicio político y absolver al presidente de inmediato», concluye el documento. Para ese momento parecen faltar solo unos días.

Las claves del juicio político

Comienzo: La Cámara de Representantes de Estados Unidos, de mayoría demócrata, votó en diciembre pasado a favor de someter a juicio político al presidente Donald Trump por el escándalo del Ucraniagate.

El juicio comenzó oficialmente ayer en el Senado, que según la Constitución es la cámara que debe llevar adelante el procesoCargos: Trump está acusado de dos cargos. El primero es haber buscado la ayuda del gobierno de Ucrania para mejorar su posicionamiento en la carrera electoral.

El segundo es por obstrucción al trabajo del Congreso, luego de que la Casa Blanca se negó a permitir que miembros del gobierno testificaran en las audiencias en la Cámara de RepresentantesReglas: La Constitución no da muchas precisiones sobre el reglamento que debe regir el proceso. Solo existen reglas generales basadas en el primer juicio a un presidente, Andrew Johnson, en 1868. Los detalles del juicio político a Trump están a cargo de dos personas: Mitch McConnell, el líder republicano del Senado, y su contraparte demócrata, Chuck Schumer

Estrategias: El republicano McConnell busca un juicio y una absolución rápidos. Según Schumer, McConnell intenta evitar que se escuche la evidencia reunida contra el presidente. Los senadores deben escuchar testimonios de los dos lados: fiscales de la Cámara de Representantes y abogados de la Casa Blanca, así como eventuales testigos. Luego tendrán un día para deliberar antes de votar si destituyen o absuelven a Trump

Chances: Se requiere una mayoría de dos tercios del Senado (67 bancas sobre 100) para decidir la destitución del presidente. Pero debido a que los demócratas solo tienen 47 bancas, contra 53 de los republicanos, se estima que casi con seguridad el mandatario será absuelto

Final: Trump puede en teoría presentarse personalmente a declarar ante el Senado, pero lo más probable es que sus abogados hablen en su nombre. El juicio podría durar semanas y los demócratas esperan que se extienda hasta febrero, junto con el comienzo de la campaña electoral para los comicios presidenciales de noviembre.

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