Hacer ejercicio con regularidad puede reducir las probabilidades de que una mujer desarrolle la enfermedad de Parkinson hasta en un 25 por ciento, según una investigación publicada en la revista Neurology.
En ella participaron 95.354 mujeres, que tenían una edad media de 49 años y no padecían Parkinson cuando comenzó el estudio. Los investigadores compararon los niveles de ejercicio físico de las mujeres durante casi tres décadas, incluyendo actividades como caminar, montar en bicicleta, trabajar en el jardín, subir escaleras, limpiar la casa y participar en deportes.
En ese tiempo, 1,074 mujeres desarrollaron Parkinson. El estudio descubrió que, a medida que aumentaba el nivel de ejercicio de una mujer, disminuía su riesgo de padecer Parkinson. Aquellas que hacían más ejercicio -basándose en el tiempo y la intensidad- desarrollaron la enfermedad en un 25 por ciento menos que las que hacían menos ejercicio.
Los investigadores escribieron que los hallazgos del estudio “sugieren que la actividad física puede ayudar a prevenir o retrasar la aparición [de la enfermedad de Parkinson]”.
La investigación sobre los beneficios del ejercicio físico para reducir las posibilidades de contraer Parkinson fue publicada en la revista Neurology (Getty Images)
La enfermedad de Parkinson es un trastorno neurodegenerativo, lo que significa que es una enfermedad progresiva que afecta al sistema nervioso y a las partes del cuerpo controladas por los nervios. A veces se denomina trastorno del movimiento debido a los temblores incontrolables, la rigidez muscular y los problemas de equilibrio y marcha que puede causar, pero las personas con Parkinson también pueden experimentar problemas de sueño, depresión, problemas de memoria, fatiga y más.
Los síntomas suelen deberse a la falta de producción de dopamina en el cerebro, una sustancia química que ayuda a controlar el movimiento muscular. No existe cura para el Parkinson, pero los tratamientos para aliviar los síntomas incluyen medicación, ajustes en el estilo de vida y procedimientos quirúrgicos, como la estimulación cerebral profunda.
La mayoría de las personas diagnosticadas de Parkinson tienen 60 años o más. Alrededor de 500.000 personas han sido diagnosticadas de Parkinson en Estados Unidos, según el Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares (National Institute of Neurological Disorders and Stroke), que señala que “es probable que la cifra real sea mucho mayor” -quizá llegue al millón- porque hay muchas personas sin diagnosticar o diagnosticadas erróneamente.
Con información de The Washington Post