El agro salvadoreño cerrará 2025 con déficit productivo

Se proyecta una leve mejora en 2026; sin embargo, la seguridad alimentaria seguirá en riesgo si no se implementan políticas urgentes

by Redacción

La agricultura salvadoreña enfrenta un cierre de año complicado. Según la Cámara Salvadoreña de Pequeños y Medianos Productores Agropecuarios (CAMPO), presidida por Luis Treminio, la producción de granos básicos en el ciclo 2024–2025 apenas alcanzó 15.04 millones de quintales, muy por debajo de los 25 millones que demanda el país. Esta brecha de más de 9 millones de quintales ha encendido las alertas sobre el abastecimiento interno y la seguridad alimentaria para fin de año.

Treminio adviertió a periodistas que “si no se hace nada en cinco años más, no tendremos agricultura en El Salvador”, señalando que la edad promedio de los agricultores es de 64 años y que la juventud ha abandonado el campo. Esta situación, sumada al cambio climático, el alza de insumos y la falta de políticas públicas, ha generado un entorno de alta vulnerabilidad.

Para el ciclo agrícola 2025–2026, CAMPO proyecta una producción de 19.16 millones de quintales, lo que representaría un crecimiento del 27.4 % respecto al ciclo anterior. Esta mejora dependerá de un invierno favorable y de la capacidad de los productores para sostener sus cultivos pese a los desafíos estructurales.

Sin embargo, incluso con ese aumento, el país seguiría enfrentando un déficit de más de 5 millones de quintales, lo que mantendría la presión sobre los precios y la disponibilidad de alimentos básicos.

La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) estima que más de 800,000 personas seguirán enfrentando necesidades alimentarias en 2026. Aunque esta cifra es menor que en 2024, sigue siendo preocupante en un país donde el 30 % de la población vive en zonas rurales y depende directamente del agro.

Recomendaciones clave

  • Inversión pública urgente en asistencia técnica, crédito agrícola y subsidios focalizados.
  • Programas de relevo generacional para atraer jóvenes al campo con formación y tecnología.
  • Planes de contingencia alimentaria para zonas vulnerables, especialmente en oriente y occidente.
  • Fortalecimiento de redes cooperativas como AgroRed para mejorar comercialización y resiliencia.

El agro salvadoreño está en una fase crítica pero aún reversible. El cierre de 2025 deja un panorama de déficit y abandono, pero 2026 podría marcar el inicio de una recuperación si se toman decisiones estratégicas. La voz de Luis Treminio y los datos de CAMPO son un llamado urgente a rescatar el campo como pilar de la seguridad nacional.

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