Fuerzas de Estados Unidos y de Reino Unido lanzaron en la madrugada de este viernes una serie de ataques aéreos contra los rebeldes hutíes en Yemen.
La acción es una respuesta a la campaña de ataques contra buques mercantes en el mar Rojo que han realizado durante semanas los hutíes en una muestra de apoyo a Hamás en su guerra contra Israel en Gaza, causado perturbaciones al comercio internacional.
«Reino Unido siempre defenderá la libertad de navegación y el flujo libre del comercio», afirmó el primer ministro británico, Rishi Sunak, al confirmar la participación de la Fuerza Aérea Real en la ofensiva contra «instalaciones usadas por los rebeldes hutíes en Yemen».
En un comunicado Sunak dijo que se había tomado una «acción limitada, necesaria y proporcionada de defensa propia» en contra de objetivos vinculados con esos ataques, con miras a «degradar las capacidades militares de los hutíes y proteger el comercio marítimo global».
Indicó que la acción militar se realizó conjuntamente con Estados Unidos, pero que además contó con el apoyo no operacional de Australia, Países Bajos, Canadá y Bahréin.
Por su parte, el presidente de EE.UU., Joe Biden, confirmó que se han lanzado ataques «bajo mi dirección» contra «varios objetivos en Yemen utilizados por los rebeldes hutíes para poner en peligro la libertad de navegación en una de las vías fluviales más vitales del mundo».
También advirtió sobre posibles acciones adicionales.
«No dudaré en tomar medidas adicionales para proteger a nuestra gente y el libre flujo del comercio internacional según sea necesario», dijo Biden.
El viceministro de Asuntos Exteriores de los hutíes, Hussein a -Izzi dijo en televisión que EE.UU. y Reino Unido “pagarán un alto precio” por esta “descarada agresión”.
Detalles de los ataques
Hasta el momento se han reportado ataques en la capital, Saná, y en la localidad de Al Hudayda, el bastión portuario de los hutíes en el mar Rojo.
Los ataques están siendo realizados desde aviones, barcos y submarinos, según informó un funcionario estadounidense a la agencia Reuters.
Misiles Tomahawk y aviones caza han golpeado más de una decena de objetivos en Yemen, de acuerdo con funcionarios de EE.UU.
Indicaron que entre los objetivos se incluyen centros logísticos, sistemas de defensa aérea y depósitos de armas.
En X (antes Twitter), el periodista independiente Ali al-Sakani escribió: «Ataques aéreos sobre posiciones hutíes en las gobernaciones de Saná, Sadah, Dhamar y Al Hudayda, me informan locales».
El secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, publicó una declaración en la que afirma que la acción militar conjunta «tiene como objetivo perturbar y degradar las capacidades de los hutíes».
Los ataques «se dirigieron a vehículos aéreos no tripulados, buques de superficie no tripulados, misiles de crucero de ataque terrestre y capacidades de vigilancia aérea y radar costero de los hutíes».
Un funcionario de defensa estadounidense dijo que el jefe del Pentágono había monitoreado la operación en tiempo real desde el hospital, donde fue operado de cáncer de próstata.
Una guerra que se expande
Los rebeldes hutíes, que controlan gran parte de Yemen y son aliados de Irán, empezaron sus ataques contra buques comerciales en el mar Rojo a inicios de diciembre.
Esas acciones forman parte de una campaña de apoyo a Hamás en la guerra que estalló el 7 de octubre tras el ataque que ese grupo armado palestino contra Israel y que dejó 1.200 muertos en el lado israelí y que ya suma más de 23.000 muertos en Gaza.
En noviembre de 2023, los hutíes empezaron a lanzar los primeros ataques contra territorio israelí y, luego, lanzaron drones y misiles balísticos desde la costa de Yemen hacia los barcos mercantes que navegan en el mar Rojo.
Estos ataques forzaron a cinco grandes empresas, entre ellas la petrolera British Petroleum (BP) y las navieras MSC, CMA CGM, Maersk y Hapag-Lloyd, a utilizar otras rutas comerciales mucho más largas para proteger a sus tripulaciones, barcos y mercancías, causando interrupciones en el transporte marítimo internacional.
El riesgo de una escalda
Según destaca desde Washington el periodista de la BBC Will Vernon, funcionarios occidentales han estado enviando duras advertencias a los hutíes durante muchas semanas: a menos que se detengan los ataques a la navegación en el mar Rojo, habrá consecuencias.
Los hutíes no hicieron caso a esos llamamientos y los ataques continuaron.
Pero el riesgo de una mayor escalada ahora es alto: los hutíes están respaldados y armados por Irán, que actualmente tiene un buque de guerra en la región del mar Rojo.
Y no está claro cómo responderán los propios hutíes: un líder rebelde dijo el jueves que si son atacados, sus fuerzas tomarían represalias.
Con información de BBC