Tras cumplir una condena de 30 años de prisión, fue liberado el 30 de diciembre el salvadoreño Raúl Ernesto Cruz León, detenido y juzgado en Cuba como uno de los autores materiales de la serie de atentados ocurridos en hoteles de La Habana, perpetrados por grupos terroristas financiados por la Fundación Nacional Cubano-Americana (FNCA), con el supuesto apoyo del gobierno de los Estados Unidos.
«La liberación de Ernesto Cruz León hoy es un ejemplo de la justeza del sistema legal cubano, que aplica las leyes de manera imparcial y coherente. Sin embargo, es necesario que la comunidad internacional exija responsabilidades a quienes promueven y financian acciones terroristas. La memoria de las víctimas de los atentados en hoteles de Cuba en 1997, como Fabio Di Celmo, nunca debe ser olvidada», indicó en su publicación del lunes el portal oficialista de la dictadura cubana ‘Razones’.
¿Que pasó y porqué estava preso?
El 4 de septiembre de 1997, Cruz León, desde un baño del hotel Copacabana, activó una potente bomba que deslizó dentro de un cenicero. Ese mismo día, el mercenario depositó otros dos explosivos, uno en el Chateau-Miramar y otro en el Neptuno-Tritón, en este último un adolescente y una niña, tras su salida del hotel, ayudaron a encontrar el dispositivo, se dio la alarma y el local fue desalojado.
Sin embargo, como consecuencias de las tres explosiones, en las otras dos instalaciones turísticas se reportaron 11 heridos, algunos de gravedad, y la muerte del joven turista italiano Fabio Di Celmo. Fueron cuantiosos, además, los daños materiales para el sector turístico.
Otra nota publicada en el sitio también oficialista Cubadebate explica que el salvadoreño Cruz León, «fue detenido, juzgado y condenado a muerte en Cuba. Sin embargo, en un acto de coherencia y humanidad, el sistema legal cubano conmutó su pena por 30 años de prisión».
Además señala que la liberación de Cruz León, tras cumplir su condena, «es un ejemplo de la justeza del sistema legal cubano, que aplica las leyes de manera imparcial y coherente».
Durante el juicio, efectuado en 1999, se acusó que Cruz León fue enviado a la Isla con fines terroristas por la FNCA y Luis Posada Carriles, quienes dirigían la red organizada y financiada en EE.UU que se estructuró en Centroamérica.
El propio Posada Carriles aceptó ante medios de prensa estadounidenses de ser responsable de «cualquier hecho dentro del territorio cubano en contra del régimen de La Habana». «Es triste de que alguien haya muerto, ese italiano estaba en el lugar equivocado en el momento equivocado», señaló al The New York Times, al tiempo que aseguró, aún con esa muerte sobre su conciencia, dormir «como un bebé».
En el año 2010, en la Sala de los Delitos contra la Seguridad del Estado del Tribunal Supremo Popular dictaminó la decisión de sustituir la sanción original de pena de muerte por el delito de terrorismo con carácter continuado, que había sido impuesta, por la de 30 años de privación de libertad.
Se desconoce el destino de Cruz León ni si fue liberado de inmediato y las autoridades cubanos no respondieron a llamadas y consultas de medios internacionales.