Un grupo de supuestos coreanos y representantes del descalificado sistema de conteo de votos de Corea del Sur A-WEB intentó irrumpir en las instalaciones de Diario Digital Cronio por una publicación hecha por ese medio en diciembre pasado.
Cinco personas (cuatro extranjeros y el motorista salvadoreño) a bordo de un vehículo particular llegaron hasta las oficinas de Cronio con una copia impresa de la nota titulada: Denuncian que Corea del Sur ahora exporta “corrupción electoral” a través de A-WEB.
Una mujer del grupo, que actuó como intérprete de tres extranjeros (todos hombres), señaló entre otras cosas “esta nota nos perjudicó”, mientras mostraba la impresión.
La mujer, que se identificó como Helen Choi, tradujo al español algunas preguntas de sus acompañantes supuestamente porque solo hablaban coreano.
Los hombres preguntaron sobre el número de personas que trabaja en Cronio, si se producen videos y, sobre todo, quién fue el periodista que publicó la información.
“Queremos saber quién fue el que la hizo”, insistió la mujer a uno de los periodistas quien obviamente al desconocerlos y sin que estos se presentaran de manera formal los atendió afuera de las oficinas Cronio.
Ni uno de los hombres presentó identificación, no portaban vestimenta institucional ni entregaron tarjetas personales que expresen sus nombres, cargos o la entidad para la que laboran.
La mujer señaló que es parte de una ONG que trabaja con el Tribunal Supremo Electoral (TSE), que actualmente es presidido por Julio Olivo Granadino y que han donado 1,800 escáner a esa institución para procesar actas electorales.
“Association of World Election Bodies” (A-WEB) o Asociación de Órganos Electorales Mundiales fue una de las empresas tecnológicas consideradas por el TSE para apoyar las elecciones a diputados y alcaldes, así como para los comicios presidenciales del 2019.
El 30 de marzo 2016, los magistrados en pleno del Tribunal Electoral encabezados por su presidente Julio Olivo Granadino firmaron un “memorándum de entendimiento” con A-WEB para “garantizar la realización de elecciones libres, justas y transparentes”, para ambos procesos electorales.
El TSE reconoció los “preceptos internacionales democráticos” de A-WEB por medio de un “sistema de apoyo tecnológico”. Sin embargo, trascendió que los magistrados no lograron ponerse de acuerdo para trabajar con A-WEB y en su lugar contrataron a otra empresa.
Con la inesperada visita del grupo de extranjeros a las oficinas de Cronio, en el día previo a las elecciones, surgen algunas interrogantes: ¿cómo se atreven extranjeros a intentar irrumpir en una empresa privada legalmente establecida, en este caso de comunicaciones?, ¿son verdaderamente extranjeros designados por A-WEB para visitar El Salvador e indagar a un medio de comunicación salvadoreño?, si son delegados de A-WEB ¿por qué no mostraron credenciales?, ¿por qué extranjeros señalan a un medio de comunicación cuando contratar o no a su empresa fue una decisión tomada por los magistrados del Tribunal Supremo Electoral?
Surgen muchas más inquietudes en el ámbito político-partidario y los intereses que se juegan al contratar o no a empresas para procesos tan importantes como las elecciones, no obstante, nos reservamos el derecho de expresarlas en este momento.
En todo esto, también está en juego la libertad de expresión, el derecho de los medios de comunicación a divulgar información que considere pertinente y de trascendencia.
Finalmente, y no menos importante, es el hecho de que en el país opera una ONG surcoreana que trabaja directamente con el TSE, que indaga a medios de comunicación, llega hasta sus oficinas para preguntar sobre sus trabajadores y al mismo tiempo intenta violar principios periodísticos al insistir que se revelen fuentes y la identidad de periodistas.