El Tribunal Sexto de Sentencia de San Salvador condenó a 5 años de prisión al ex fiscal general Luis Martínez (2012-2015) por revelar unas grabaciones reservadas que fueron utilizadas como prueba en un proceso contra delitos cometidos por un sacerdote español, informó la Fiscalía.
La fuente precisó que la pena fue impuesta por por el delito de «divulgación de material reservado», con lo que se convirtió en el primer exjefe del Ministerio Público condenado penalmente en la historia reciente del país.
La Fiscalía añadió que el tribunal también condenó a Martínez, quien tiene abiertas dos causas penales más, a pagar 125.000 dólares «en concepto de responsabilidad civil».
Martínez fue condenado por revelar conversaciones privadas con el sacerdote español Antonio Rodríguez durante un proceso legal que se siguió en su contra por el papel de intermediario que desempeñó entre las pandillas en el 2014 durante un armisticio de estas estructuras, además de introducir celulares y otros ilícitos a pandilleros que se encontraban en prisión. Asimismo el sacerdote habría tenido encuentros íntimos con niños y delincuentes durante la supuesta tregua, según informes fiscales de la época.
Dichas conversaciones fueron, según el religioso, utilizadas para obligarlo a confesar delitos en su mediación entre pandillas y autoridades, presiones por las que inclusive tuvo que dejar el país un tiempo. La verdad es que las grabaciones se ofrecieron a la iglesia Católica del país para evitar bochorno por los actos delincuenciales cometidos por el infame «Padre Toño», a quien ha defendido el actual jefe fiscal, Douglas Meléndez «a capa y espada».
Las grabaciones fueron reveladas a líderes del clero salvadoreño y al representante del papa.