Nayib Bukele y sus aliados lograron una aplastante victoria en las elecciones legislativas y para alcaldes, según un recuento parcial de votos.
El partido oficialista Nuevas Ideas y sus aliados parecían haber obtenido cerca de dos tercios de los votos emitidos, según un gráfico publicado por la autoridad electoral de las papeletas escrutadas. El gráfico no indica aun los porcentajes obtenidos por cada partido.
Bukele dijo en Twtitter que su partido y el partido aliado Gana obtendrían 60 escaños, más de los 56 necesarios para lograr una mayoría calificada.
Este resultado, de confirmarse en el recuento final, concentraría el poder en Bukele y allanaría el camino para un posible acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), lo que sería una «amarga medicina», parafraseando al presidente, que lastimaría aun más a la población salvadoreña.
Una mayoría en el Congreso eliminaría todo tipo de control y demanda de transparencia al gobierno de Bukele y eliminaría el principal freno sobre el populismo del joven presidente. También le facilitaría avanzar en su agenda y emitir deuda.
Asimismo, el triunfo de Nayib Bukele provoca mayor inquietud entre sus críticos, entre ellos algunos legisladores estadounidenses, que dicen que El Salvador está cayendo en el autoritarismo. Desde que fue elegido en 2019, Bukele se ha enfrentado reiteradamente con la legislatura, que hasta ahora había sido controlada por sus oponentes, y el año pasado llegó incluso a enviar tropas armadas al edificio legislativo.
Los partidos ARENA y FMLN, que dominaron el país durante décadas, han logrado los peores resultados de su historia al obtener alrededor de una cuarta parte de los votos emitidos entre ellos.
Expertos inversionistas apuestan a que, con este sólido resultado, el Gobierno recurrirá al FMI en el futuro cercano. Un acuerdo con el fondo probablemente incluiría austeridad fiscal para controlar un déficit que creció a más de 8% del PIB el año pasado. Dicho programa requeriría la aprobación de dos tercios del Congreso.
La gran victoria también podría sentar las bases para cambios constitucionales, un hecho preocupante para los críticos que creen que Bukele está acumulando un poder excesivo.
Los ataques de Bukele contra la corrupción y el partido conservador ARENA y el izquierdista FMLN han ayudado a mantener su índice de aprobación en torno a 90% desde que asumió el cargo. Su Gobierno también se jactó de su duro trato a los pandilleros encarcelados, ganando la aprobación de algunas personas en uno de los países más criminalizados del mundo.
Ahora solo resta a los salvadoreños esperar y ver si «la medicina no es más mortal que la enfermedad»